Top Secret, 10 de septiembre de 2020

La Mesa

La Mesa

La presidenta del Cabildo y los siete alcaldes de los municipios de la isla han acordado prolongar en el tiempo las periódicas reuniones que vienen manteniendo desde que comenzó la pandemia. Este foro, bautizado como Mesa Insular, ha servido para coordinar la respuesta común frente a la emergencia del coronavirus. Este tipo de encuentros entre distintos responsables públicos tenemos que enmarcarlo entre lo poco positivo que nos deja la crisis sanitaria. Desde las reuniones entre el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez y sus homólogos de las distintas comunidades y ciudades autónomas, hasta los que, aquí en Canarias, celebraron el presidente del ejecutivo autonómico, Ángel Víctor Torres, con los responsables de los siete cabildos de las islas pasando por el que nos ocupa, esas reuniones entre María Dolores Corujo y Astrid Pérez (Arrecife), Alfredo Villalba (Haría), Alexis Tejera (San Bartolomé), Oswaldo Betancort (Teguise), José Juan Cruz (Tías), Jesús Machín (Tinajo) y Óscar Noda (Yaiza).

Temas

El último Consejo de Gobierno insular aprobó la creación oficial de la Mesa y sus componentes se ratificaron esta misma semana en su compromiso de asistir. De vez en cuando surge el debate acerca de si una isla tan pequeña como Lanzarote no tiene demasiadas administraciones. Pero ya. Se deja en el aire y a otra cosa mariposa. Quizá sea pertinente formularlo algún día o quizá no. Pero, mientras, puede que sea bueno que se coordinen políticas para hacer de la administración algo mucho más eficaz de lo que es hoy. Que de eso se trata: optimizar recursos, no duplicar o triplicar la misma acción, y que, en definitiva, nuestra mano izquierda conozca en cada momento lo que hace la derecha. La mano derecha, por matizar. Porque la otra derecha, la política, ya vemos a qué se dedica de último: tratar de azuzar a los conejeros de pro contra los migrantes que tratan de buscar mejor vida lejos de sus raíces.

Calma

Y ya que el escrito nos ha llevado a este terreno, no estaría mal que esa Mesa, que suponemos hablará de otros temas además de la pandemia, llegara al compromiso de elaborar y firmar un manifiesto público poniendo un poco de cordura en la pocilga en que se está convirtiendo el debate sobre la inmigración. Visto lo visto lo que menos necesitamos en estos momentos son bomberos pirómanos. La presidenta del Cabildo y los siete alcaldes han de estar a la altura de lo que demanda el momento. Y los líderes de los partidos, tanto o más. Alentar discursos o comportamientos xenófobos, racistas o clasistas es impropio de una isla abierta al mundo como siempre ha sido Lanzarote y traicionaría la memoria de tantas gentes que han tenido que emigrar para buscar una vida mejor, en el deseo de que en el lugar de destino fueran bien recibidos. Por este motivo causa cierta desazón que los nietos de esos esforzados y no pocas veces arriesgados emigrantes conejeros, defiendan ahora un discurso tan radical.

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