La impostura del PSOE

Casi no almaceno dudas de que el PSOE mantiene un doble rasero en su actitud como partido. Y lo digo por su cierre de filas con su ministra de Justicia tras las grabaciones en las que se despacha algo bruta y tabernaria. Que se exprese con términos despectivos sobre el que ya era una alta personalidad del Estado, persona, al fin y al cabo, hombre, para ser más preciso y gay, por si es de interés de alguien, aunque no lo debiera ser, deja a una mujer, pretendidamente progresista, en un escenario que a ver cómo supera.
 
Si en lugar de haber sido la ministra, hubiera sido un alto cargo varón quien hubiera sido grabado antes de acceder al cargo, y este se hubiera referido no a un hombre, sino a una mujer relevante como: “¿Podemos hablar de la tortillera? (o de la puta)”, mucho me temo que habría sido invitado a dimitir ipso facto.
 
En el PSOE se tienen los mismos tics que en otros partidos, llamémosles, de corte tradicional. Los mismos de quienes son rancios y algo cerriles, y mucho me temo que militar en unos u otros partidos ni curan ni contaminan, pues se viene hecho de casa. En este punto, ya me parece que lo de colocar gays en cargos de responsabilidad tiene que ver más con la foto que conviene que con el convencimiento de que los asuntos de cama ni invalidan ni cualifican. Y en una sociedad igual de poco tolerante como la que vivimos, por muchos avances que se hayan logrado en materia social, y esto lo es, seguimos con la tradición católica, cotilla y discriminadora. Homófoba, tránsfoba y demás prejuicios. 
 
Se viene con la mochila de casa, con los valores de los cercanos, los que han moldeado esa parte que no es el intelecto, aunque también, y que nos convierten en los seres humanos que somos. Por eso, prestigiosos profesionales son impresentables y gente sin adornos en forma de títulos y distinciones son ejemplo de nobleza y de tolerancia. Da igual a dónde nos conduzcan las ideas políticas, pues nadie es todo lo que cada partido dice que es en ideología. Matices como la educación, pone abismos entre quienes son de izquierdas, e igualmente establece enormes distancias entre los que son de derechas, alejándolos tanto entre sí como si alguno fuera de otro mundo. Demócratas y tolerantes los encontramos a la derecha y a la izquierda y unos pedazos de fachas también los encontramos a ambos lados. 
 
El PSOE no es el partido, es lo que las personas que los representan son, y aun habiendo un ideario, finalmente será lo que las manifestaciones, los gestos y los actos de sus representantes, escenifiquen. 
 
Dije bruta y tabernaria y lo mantengo, así se demuestre que no era Marlaska el objeto de su comentario. Y la califico así aunque se pretenda restarle importancia afirmando que se trata de una manifestación en la intimidad de una comida entre colegas de quien no sabía que sería ministra. Eso es una enorme sandez. Se retrata uno cada día, lo hacemos todos, pero de la mochila de la ministra, la que trae de casa, sabemos algo más, y que con independencia del lugar en que se coloque en política, es el ser humano que ha demostrado que es. 

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