La gran batalla
La gran batalla
En plena guerra abierta por encontrar los culpables del fracaso posterior a las elecciones del 26 de mayo, en Coalición Canaria se enfrentan ahora a una nueva batalla: elegir su representante en el Senado por la Comunidad Autónoma. El Parlamento de Canarias celebrará la sesión plenaria para la designación de los tres senadores, o senadoras, por la Comunidad Autónoma el próximo 30 de julio, según acuerdo adoptado este jueves por la Junta de Portavoces. El plazo para la presentación de propuestas concluye el lunes 29 de julio. Se mantiene el criterio de un representante por cada uno de los tres grupos mayoritarios, esto es, uno por el Grupo Parlamentario Socialista Canario, otro por el Grupo Nacionalista y el tercero por el Grupo Popular. Hay que recordar que en el nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias ya no aparece la exigencia de que las personas designadas por el Parlamento para representar a la Comunidad Autónoma en el Senado sean diputados o diputadas en la Cámara regional. Así que PSOE, PP y CC deben elegir un nombre cada uno de entre cualquier persona del mundo. El único requisito es que esté viva. No parece complicado. Pero lo es, y mucho. Sobre todo en la casa común del nacionalismo. ¿Las razones? Demasiada gente que tenía cargo público lo ha perdido. Entre ellos mucho ilustre.
Nombres
El descalabro de Coalición Canaria ha sido de tal magnitud que, tras quedar fuera de las principales instituciones del Archipiélago, mucho dirigente se postula con mayor o menor disimulo, para que lo tengan en cuenta. Desde El Hierro hasta Lanzarote, pasando por notables de Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife (sobre todo Tenerife), La Gomera y La Palma, son legión quienes ansían un puesto de estas características. Mucha gente y un solo nombre. Partiendo de la premisa de que la actual senadora de Coalición Canaria por la Comunidad Autónoma, María del Mar Julios, no se ofrece voluntaria para dejar el escaño libre, precisamente. O sea que no le importaría repetir, vamos. Así las cosas se prevé que pasen unos días entretenidos en los órganos de decisión nacionalista. Que con las muestras de cariño que se van lanzando de último, nada es descartable.
Lanzarote
Algún gallito insular se ha lanzado a cacarear que Lanzarote ‘exigirá’ que el próximo senador o senadora de Coalición Canaria por la Comunidad Autónoma sea de aquí. Estaríamos ante dos fenómenos paranormales: que se exigiera algo y que se concediera ese algo. Está por ver el día en que ATI reciba alguna exigencia de Lanzarote y acceda gustoso a concederla. En todo caso, es del todo irrelevante esa designación. Ayer escribíamos aquí mismo que igual tampoco pasa nada por el hecho de que no haya ningún conejero sentado en el Consejo de Gobierno de Canarias. Pues imagínense lo que pensamos con respecto al Senado. Igual hay aspectos políticos más inútiles que la Cámara Alta, pero es complicado encontrarlos. Pese a la cantidad de chorradas que suelen contar los senadores que hemos tenido, su papel en Madrid es absolutamente irrelevante para la isla. Los únicos beneficiados con el cargo son ellos mismos, que, en la inmensa mayoría de los casos, salen con bastante más de lo que entraron. En fin, pillen pipas, palomitas o lo que más les guste que empieza –o sigue– la gran batalla.
