Top Secret, 18 de julio de 2017

La falsa equidistancia

La falsa equidistancia
Este lunes ha sido día de inmensa bronca política a cuenta de la última ibarrada: dejarnos para la cola en la lista de inversiones portuaria. Los más, acusan; los menos, callan...menos ella.  Hasta el presidente de la Cámara de Comercio, José Torres,  parece haber regresado (por fin) a la senda de los que reclaman la segregación de Lanzarote con respecto a la Autoridad Portuaria de Las Palmas. El comunicado con el que el ente cameral atizaba el extraño comportamiento de Luis Ibarra concluía de la siguiente manera: "queda demostrado, una vez más, el absoluto desprecio hacia la isla de Lanzarote, y deja como única vía posible la segregación del puerto de Arrecife". Volvemos al principio. Rebobinemos la cinta y echémosla a andar de nuevo. Madrid compró nuestro silencio a cambio de 23 millones de euros de necesaria inversión. Y resulta ahora que el medianero canarión (con ascendencia hariana, recuerda siempre) se rebela frente a sus patrones y se gobierna él sólo reorganizando a su antojo (o más bien, al servicio del lobby empresarial grancanario) la pasta que maneja para invertir en los puertos de la provincia.
 
Sale de la Avenida
Tamaña afrenta no podía quedar sin respuesta, como es natural. Y, aunque sea por unas horas, el presidente de la Cámara logra salir del bucle de la dichosa Avenida para poner el acento, acertadamente, en que el "freno a la inversión revela los verdaderos intereses de la Autoridad Portuaria de Las Palmas con el Puerto de Arrecife" . A su juicio,  "una estrategia perfectamente diseñada para evitar el despegue de Lanzarote, su diversificación económica y asfixiar las dotes competitivas de un puerto con muchas posibilidades". Frente a eso, el propio Ibarra habló este lunes en Radio Lanzarote-Onda Cero.  Niega que haya financiación. Así de claro. Con lo que deja con el culo al aire, con perdón, al senador por la isla, Joel Delgado y, de paso, a todo el PP que todavía está celebrando los 23 kilos famosos. Ibarra, más chulo que un ocho, reta a su jefe, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, a que "incluya esa referencia (la partida de 23 millones de euros) para quedarnos todos tranquilos y saber que esa obra, dado que no hay fondos europeos, lo va a financiar el Estado". Y mañana volverá a levantarse como presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.
 
En casa lo defienden
Y en medio de este monumental quilombo ha hablado la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta. Del partido socialista, como Ibarra. La primer edil ha reclamado a unos y otros “que despoliticen el debate sobre las inversiones en el Puerto de Los Mármoles y de una vez por todas, se trabaje de manera conjunta para garantizar la seguridad del tráfico de personas y mercancías en la instalación portuaria”. Una equidistancia un tanto equivocada por cuanto se ve claramente el que la ha liado, el que de hecho venía con ganas de liarla desde hace semanas, y quien es la víctima. Quizá otra persona al frente de la alcaldía se hubiera mostrado más contundente, tratando de contemporizar menos y defender con mayor vehemencia los derechos del puerto Capitalino y de la ciudad y sus habitantes por encima de otras consideraciones. Sin embargo, la pretendida equidistancia no lo es tal. La última frase del comunicado que envía (¡vaya con las últimas frases de los comunicados!) recuerda las declaraciones realizadas por el senador por Lanzarote, Joel Delgado, en las que afirmó que “si el Gobierno introduce en las cuentas para este año una partida nominada para el Puerto de Arrecife de 23 millones de euros, es evidente que está garantizando dicha inversión y cualquier otra disquisición poniendo en duda la voluntad del Estado obedece únicamente a un afán por distorsionar”. Como queriendo decir "si ahora incumplen, vayan y pregúntenle al senador".

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