La ecotasa turística: ¿es el momento de aplicarla para ayudar a la recuperación de la isla?

La crisis sanitaria y económica provocada por la COVID-19 ha desencadenado distintos debates en torno al camino que debe seguir Lanzarote, primero para volver a atraer al turismo, y también para sentar las bases del futuro desarrollo económico de la isla.  

 

Una de las ideas que ha resurgido en medio de esta crisis, es la de la ecotasa. Se trata de un impuesto o tasa turística que emplean algunos organismos públicos (ayuntamientos, comunidades autónomas, regiones, etc) como fuente de financiación destinada a la promoción turística o a la preservación del medio ambiente. 

 

El pasado 30 de abril, en el Foro de Reconstrucción organizado por Biosfera Media, el acalde del Ayuntamiento de San Bartolomé habló de esto y ocasionó un debate entre los distintos especialistas que asistieron a la mesa redonda para visualizar el camino que debe seguir Lanzarote. Alexis Tejera ha vuelto a plasmar esta idea en uno de sus artículos: “La ecotasa como herramienta social”.

 

 

En el mismo, apunta que “la historia nos ha enseñado que de las más graves crisis surgen las grandes oportunidades. Si para algo debe servir esta crisis es para explorar nuevas herramientas que nos sirvan para reinventarnos. Es el momento de articular medidas, de poner propuestas sobre la mesa, de arriesgar y ser valientes”.

 

Al respecto, Alexis Tejera explica: “No hablo de un impuesto con una finalidad recaudatoria. Hablo, primero, de creer en la recuperación económica, pero hablo también de que esa recuperación se vincule a una posible devolución de beneficios a la ciudadanía a través de una tasa turística con valor medioambiental y social. Esta actuaría como herramienta de compensación con la que mejorar la gestión de aquellos espacios públicos con mayor afluencia turística, en lo que sería una socialización de los beneficios procedentes del motor económico de Canarias y que entronca con la convicción de que nadie puede quedar atrás en el proceso de recuperación que, confiamos, está cada vez más cerca”.

 

“Con ese carácter finalista se pretende incentivar un cambio en el comportamiento de los agentes económicos para que sean conscientes de la necesidad de adoptar medidas encaminadas a la protección y respeto del medio ambiente, de un entorno y un paisaje que hacen de Lanzarote un destino de primer nivel, realmente único. Tejera apunta que la implantación de una ecotasa en Canarias “revertiría, por otra parte, en la creación de empleo, en la diversificación económica y en la reinvención del modelo turístico”. 

 

 

Una idea la de la ecotasa que ha creado debate y con la que no todos están de acuerdo. El presidente de la Confederación de Empresarios de Lanzarote, CEL, y vicepresidente de la Patronal Turística de Lanzarote, Francisco Martínez García, no respalda este concepto. “La ecotasa debe ser un impuesto finalista y lamentablemente con la experiencia que tenemos en España, no ha llegado a ser así. El fin real de esta tasa nunca ha llegado a cumplirse en ninguna comunidad, por eso tememos que ocurra lo mismo”.

 

Por su parte, José Valle, presidente del Círculo de Empresarios de Lanzarote, también ha mostrado su total oposición a implantar una ecotasa en estos momentos. Valle alega que “lo primero que deberían comentar, en este caso el alcalde, que fue quien lo manifestó, es cuál es el sentido de la ecotasa”. Al respecto, aclara, “en un momento en el que tenemos prácticamente un cero turístico, lo que tenemos que hacer es buscar medidas que puedan activar este sector. No podemos poner impuestos y tasas que lo que hacen es frenar y desviar turistas hacia otros destinos”.

 

El empresario considera que “hay otras fórmulas para recaudar, como pueden ser tasas por la sostenibilidad, para la mejora del medio ambiente. Asimismo, insiste en que “se deben aplicar medidas de estímulo para que los turistas lleguen a Canarias y a Lanzarote. Tenemos algo muy importante por hacer, convertirnos en un destino seguro para así recuperar todos los tráficos a día de hoy perdidos, en lugar de poner nuevos impuestos o tasas”.

 

 

Desde la Federación Turística de Lanzarote, Susana Pérez se muestra también en contra: “Canarias, por su lejanía, le supone al turista un coste más elevado. Por tanto, no se le puede gravar ni un céntimo más”. “De hecho”, recuerda, “la ministra de hacienda volvió a sacar la posibilidad de gravar con un impuesto carburante a las compañías aéreas y ya en su momento, el pasado año, el Gobierno mostró su total oposición a este impuesto. La ministra parece que dio su palabra de que Canarias, en su condición de región ultraperiférica, quedaría exenta de esta tasa o impuesto”.

 

Susana también ha querido reflejar que hay otras fórmulas para la recaudación por parte de las administraciones: “Si lo que necesitan las administraciones públicas son fondos, por un lado reciben más de 2.000 millones de euros en concepto de impuestos por parte del sector turístico,y por otro, tienen los fondos europeos, de los que una gran parte irá destinada a los ayuntamientos. Ahí ya tienen una importante cantidad de dinero que deberán saber gestionar”.

 

“Lo que tienen que hacer las administraciones públicas es precisamente propiciar y falicitar el emprendimiento, la creación de nuevas empresas, que es otra vía con la que recaudar impuestos. “De hecho”, añade, “debe ser esta la vía elegida para recaudar y no la de implementar ninguna ecotasa para gravar a turistas que son los que vienen a Canarias a dejar dinero”.