La boda
La boda
Una boda ya no suele ser noticia. Tampoco las que tienen lugar entre personas del mismo sexo. Tema felizmente superado en este país si no hacemos ninguna tontería en las próximas y sucesivas elecciones. El Ayuntamiento de Arrecife, sin embargo, ha considerado noticiable el enlace por lo civil de dos hombres, José Arturo y Alfonso, a quienes, vaya por delante, les deseamos la mayor y más larga felicidad que quepa desear. El hecho insólito, y por tanto susceptible de constituir noticia de interés periodístico, está en que la boda se ha celebrado en el puesto de trabajo de uno de los dos contrayentes: José Arturo es vigilante de seguridad de la sede de Servicios Sociales, en cuyas dependencias la concejal del área, María Jesús Tovar, del PP, ha oficiado la ceremonia civil. Normalmente este tipo de eventos se celebran o bien en el salón de plenos del ayuntamiento o, en ocasiones, en el Archivo Municipal. Por lo que sea, uno de los novios ha decidido dar este paso, que para mucha gente es más que importante, en el lugar del curro. La sede de Servicios Sociales a modo de catedral y el departamento de comunicación del Ayuntamiento de Arrecife en plan ¡Hola!
Simpático
Para que no faltara de nada, el consistorio informa que la concejal María Jesús Tovar, “emocionada”, subraya, “ha deseado a los contrayentes mucha felicidad en esta nueva vida en común que inician como matrimonio”. Que a fin de cuentas es lo que se desea en este tipo de situaciones. No hemos de juzgar aquí si Tovar es de lágrima fácil o, por el contrario, algo en el acto le ha tocado la fibra sensible. Parece obvio que es de la corriente del PP, mayoritaria, por cierto, que no le hace ascos al matrimonio entre personas del mismo sexo. Vamos, de las que no firmaron, hace quince septiembres, el recurso ante el Tribunal Constitucional (TC), nada menos, porque consideraban fraude de ley llamar matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo ya que, decían, “desnaturaliza la institución constitucional del matrimonio”. ¿Qué viejuno queda eso ya, verdad? Pues el próximo 7 de noviembre se cumplirán ocho años del rechazo a ese recurso. Quiere esto decir que el PP permitió que estuviera vivito y coleando en el TC unos siete añitos.
La sede
Cabe la posibilidad de que la concejala se emocionara al comprobar cómo un lugar donde a diario y desde hace meses se viven situaciones durísimas, también se toma un respiro para albergar felicidad. Si es que los sitios se toman respiros. O que, como suele suceder en ocasiones, quienes se emocionaron fueron los novios, los testigos, la familia o todos juntos y acabara contagiando al personal municipal. Dejemos que el acontecimiento, en fin, sea noticiable por cuanto supone romper con la monotemática de estos meses. Mucho más si hablamos de Arrecife, una ciudad que sigue sumida en esa melancolía que le viene acompañando desde tiempos inmemoriales y que le valió aquel apelativo nada afortunado del patito feo de Lanzarote. Aguardamos noticias de las muchas mejoras prometidas para la ciudad. ¡Y que vivan los novios!
