Top Secret, 13 de julio de 2020

Grupos de turistas pasean sin control por Máguez

Grupos de turistas pasean sin control por Máguez

Grupos de turistas pasean sin control por Máguez

Este fin de semana se ha podido ver a varios grupos de turistas pasear sin ningún tipo de control por el pueblo de Máguez, entre otros de la isla. La gente les ha tratado con mucho respeto Unos atraídos por el encanto natural del pago norteño. Otros porque oyeron hablar de que su iglesia acoge la única obra que César Manrique realizó en templos religiosos. Algunos, de paso en busca de algún restaurante donde recobrar fuerzas. Unos, por una cosa y otros, por otra. Pero lo cierto es que este fin de semana y puede que a lo largo del día de hoy también, muchos turistas han paseado por el pueblo sin ningún tipo de control sanitario. Se trata de personas llegadas de países europeos donde la covid-19 ha golpeado con mucha fuerza, caso de Inglaterra, Francia, Italia o Bélgica por poner sólo algunos ejemplos, que, sin embargo, han podido viajar hasta Lanzarote sin que ni en su país ni en nuestra isla les hayan hecho ningún tipo de prueba para descartar que estén contagiados.

Respeto

Y pasean por calles, avenidas, bares y playa con absoluta normalidad. No obstante, lejos de alarmarse, la población local los ha tratado con el respeto que, por otra parte, merece cualquier ser humano, sin temor a que puedan ser portadores del SARS Cov2. Cuentan que, en otros pueblos, la gente no ha dudado en atenderlos cuando precisaban de alguna indicación para encontrar un centro de interés turístico o un local abierto donde tomar algo o ir al baño. Se dan casos, en restaurantes, donde turistas incontrolados hacen uso de cubiertos y vajilla ¡y comen sin usar mascarilla! Este aparente escándalo pasa inadvertido asimismo para los partidos políticos insulares, ninguno de los cuales ha alzado la voz para protestar por la invasión que, poco a poco, se está viendo en la isla por parte de gente rubia o pelirroja que, en no pocos casos, tienen hasta pecas en la cara.

Control

Por otra parte, a la isla siguen llegando, a cuentagotas, embarcaciones de las que llaman patera, procedentes del norte del continente africano. Pese a sus ansias de libertad, la suerte de los ocupantes está escrita: nada más llegar son detenidos y ubicados en un centro improvisado dotado de la infraestructura mínima imprescindible para su alojamiento. Una infraestructura que ellos ven, sin embargo, como un lujo que jamás han conseguido tener: cama con colchón y sábanas, agua corriente y caliente, techo donde cobijarse… todo ello muy común en nuestra cultura. Estas personas, además del control policial, son sometidas a las pruebas PCR por si están contagiadas de covid-19, aisladas durante 14 días y luego puestas a disposición de la autoridad judicial para que decrete su expulsión por haber violado las leyes que prohíben entrar sin permiso en un país. Es todo por el momento. Seguiremos informando.

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