Top Secret, 9 de diciembre de 2019

Goteras

Goteras

Pasó el puente de la Constitución y, antes que él, las primeras lluvias medio serias de la temporada otoñal.  Como es habitual en estos casos, el agua dio que hablar. En esta ocasión el objeto de las críticas se centró en el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) de Costa Teguise. Un colegio hecho íntegramente con barracones. Aulas modulares, las llamaba la antigua consejería de Educación del Gobierno de Canarias para hacernos creer que en vez de una cosa era otra distinta. Aquí lo hemos tenido claro siempre: las aulas modulares son absolutamente indignas para disfrazarlas de colegio. Y lo hemos tenido claro pese a los esfuerzos de los nacionalistas -que eran quienes mandaban- quienes trataban una y otra vez de engañarnos contándonos las mil y una ventajas de esos barracones con pizarras. Y, créannos, la única ventaja de esos habitáculos ha sido para el que los alquila, que se ha forrado gracias a la incompetencia de unos políticos sin el más mínimo respeto ni por los alumnos, ni por los profesores, ni por el resto de trabajadores de los colegios ni, en última instancia, por las familias.

PISA

Así nos va cada vez que se hace público algún dato del PISA, el programa internacional que evalúa estudiantes, que pese al nombre lo que en realidad evalúa es el estado y el nivel de la educación de comunidades y países. Bien es cierto que a través de los alumnos.  El caso, pretendíamos decir, es que tras las primeras lluvias las mayores críticas se las ha llevado ese ‘colegio’ prefabricado. Ciudadanos y Partido Popular han denunciado los problemas que, de nuevo, a la que caen cuatro gotas, aparecen en las instalaciones. Charcos y goteras para celebrar el otoño. Ya no nos vale aquello de que como en Lanzarote casi nunca llueve, las infraestructuras no están preparadas. Lo que no está preparado -o no lo estaba, veremos qué tal los de ahora- era el Gobierno de Canarias de turno y nuestros representantes autonómicos, insulares y locales que no decían ni mu cuando venía por aquí el camión de los barracones a 'construir' colegios

Lamentos

Ahora sí se oyen los lamentos, claro. Ahora que ya no gobiernan los que nos llenaron de casetas hasta convertir a Lanzarote en líder regional en barracones. Del todo impresentable.  Arduo trabajo tiene el actual gobierno no sólo en hacer, sino también en deshacer. Esta es una de las principales críticas de los exgobernantes ahora en la oposición: “es que sólo se están dedicando a desmontar lo que nosotros hicimos”. Y, en ocasiones, siendo cierto, hasta poco nos parece. La adoración nacionalista por el barracón sólo es comparable a la que sienten hacia las rotondas. Se ve en estas fechas, que las adornan de inmensas figuras de neón -o leds, parece que son ahora- porque entienden que así lucen más bonitas. Ya saben, cuanto más grande, más colorido o más ruidoso, mejor. Y coinciden las tres cosas juntas, clímax.

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