Top Secret, 16 de octubre de 2017

Franco en el Instituto

Franco en el Instituto
Nos llegan ecos de la presencia de símbolos franquistas en un instituto de la isla. Y nos preguntan si es eso normal, o legal. Y buscamos información al respecto. Está claro que si la presencia de símbolos de la dictadura fueran promovidos por el Equipo Directivo del Centro o, directamente, de la propia Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, estaríamos hablando sin duda de la comisión de un delito. Pero no es el caso. Sin embargo, sin dar demasiados detalles, sí podemos confirmar que el Equipo Directivo del Instituto al que nos referimos es perfecto conocedor del hecho. Uno de sus profesores porta (y exhibe) con total naturalidad un llavero con la bandera del régimen franquista: la rojigualda con el Águila de San Juan (o aguilucho). Y nos aseguran que en ocasiones ha intercambiado opiniones con sus alumnos acerca de 'las diferencias' entre el régimen dictatorial y la actual democracia. Matices que, en sus palabras, desequilibran la balanza hacia el pasado, obviamente. Desconocemos si se ha afeado la conducta de este docente y si se trata de un caso aislado.
 
Dios y la Patria
Hace poco un torero se paseó por el ruedo tras lo que llaman 'la faena' (tortura y muerte del toro, se entiende), con una bandera franquista. Y la cuestión fue polémica, como es obvio. El torero argumentó que 'no se había fijado'. El profesor del que hablamos nunca sale de casa sin el llavero evocador del régimen dictatorial. A raíz del asunto del mata toros la prensa española nos ilustró sobre las diferencias entre lo anticonstitucional y lo preconstitucional. Y queda claro que El Código Penal no penaliza la utilización de los símbolos asociados al régimen de Francisco Franco. Sólo, insistimos,  en espacios dependientes de la administración pública y se sobreentiende que colocados, o mandados poner, por los responsables de esos espacios.  Sin embargo, hacer apología del franquismo, como es el caso del profesor, se podría incluir en los tipos generales de delitos de odio, que incluyen la violencia, discriminación, hostilidad, humillación, menosprecio y descrédito contra la libertad y la igualdad. Si el símbolo se usa para incitar al odio  el causante se enfrentaría a una acusación de un delito que contempla penas de multa y prisión de hasta cuatro años. 
 
Tiempos de banderas
Vivimos tiempos de excesos en los usos de los símbolos. Y en momentos como estos las personas con responsabilidades en la formación de jóvenes deberían extremar las precauciones de no dar un discurso equivocado. No se debe quedar en el campo de las anécdotas. No estamos hablando de un adolescente rebelde cuya obligación es casi llevar la contraria porque sí. Es el caso de un hombre, formado, conocedor de la historia de este país, que en parte la viviría y que se muestra nostálgico de un régimen en el que se violentaron las libertades y se pisotearon los derechos humanos con una brutal represión que se prolongó incluso hasta los últimos años de la vida del dictador. En conclusión, y en respuesta a la consulta que nos han hecho llegar: si no sale de él (cosa que dudamos), alguien le debe hacer ver que en su ámbito privado como si se hace fan de Los Pecos. Pero en su responsabilidad de maestro y dentro de un centro público, como un Instituto, este tipo de símbolos y, mucho más, determinadas expresiones dirigidas a sus alumnos, sobran.

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