Ex senador Joel

Joel Delgado Cáceres pudo elegir entre varias maneras, y estilos, para anunciar que dejará la política cuando acabe la legislatura. Pero, al publicar ‘La verdad por delante’, se inclinó por la bilis y la desmesura. No dejó reposar su decisión y, ausente el sosiego que sigue a la reflexión, se desmarcó de la autocrítica, dejó de mirar hacia sus adentros y hacia su organización política y optó por culpar a una parte del mundo exterior de sus males. Erró. No te puedes despedir en caliente.
 
Él sabrá por qué ha escogido estas formas, tan desafortunadas, para participarnos que la política ha decidido abandonarlo. Él sabrá por qué culpabiliza a Podemos de todos sus males, y a su secretario general, y a una brillante periodista. Él sabrá por qué se detiene en los aspectos personales que cita, desbarrando al modo. Él sabrá por qué expone a su propia familia en su aciaga carta de despedida, que quedará en la nube por los tiempos.
 
La política juega sucio en la isla, dice el senador, en la única frase de su agotador escrito que seguramente concitará unanimidades, para expresar su desilusión por no poder convertirse en alcalde de Arrecife, aunque tiempo tiene por delante. Cuando concluya la legislatura abandonará la política, quizá temporalmente, el lugar que todavía habita y que lo habita, y del que no ha dicho ni una sola palabra buena. Esto sí que es preocupante, por lo que no se entiende por qué no renuncia ya a su escaño y regresa a su vida particular. Hoy mismo.

Comentarios