Escuchar hasta a los necios

Pleno del Cabildo de Aprobación Provisional del PIOT, Castillo de San José.
Escuchar hasta a los necios

Estamos en un momento en el que todos queremos aportar nuestro grano de arena para salir cuanto antes de esta crisis. Los partidos y organizaciones sindicales y empresariales  ya han comenzado a lanzar una batería de medidas para paliar los graves efectos que está teniendo la Covid-19 sobre nuestras vidas. Está claro que a corto plazo hay que tapar los múltiples agujeros que está provocando la crisis sanitaria y económica pero tenemos que empezar a diseñar el futuro.
 
Llenar los cajones de propuestas no sirve para nada si no somos capaces de ponerlas en marcha. Y lo digo por la experiencia de haber asistido a cientos de plenos en los ayuntamientos y Cabildo en el que se han aprobado muchísimas mociones que solo han servido para engordar los archivos municipales. Ya no vale quedar bien ante la ciudadanía si no vamos a ser capaces de ejecutar las iniciativas, por mucho que hayan sido aprobadas por unanimidad. El papel mojado no ayuda a combatir la pandemia.
La sociedad conejera no perdonaría que las guerras políticas sepultaran nuestro futuro
 
La política ha capitalizado hasta ahora los grandes documentos económicos y sociales que han marcado nuestras vidas. En Lanzarote tenemos un claro ejemplo: el Plan Insular de Ordenación del Territorio, que debía ser nuestra biblia económica para garantizar el futuro de la isla pero que ha estado envuelto en una continua batalla de intereses políticos y empresariales.
 
Debemos ser conscientes de nuestras capacidades, fortalezas y debilidades por lo que el primer gran objetivo es realizar un diagnóstico lo más próximo posible a la realidad de Lanzarote pero sin perder de vista lo que sucede a nuestro alrededor. Y para ello tenemos que elegir a los mejores analistas. La sociedad conejera no perdonaría que las guerras políticas sepultaran nuestro futuro.
 
Hay que escuchar hasta a los necios, al menos para reafirmar que las soluciones a la crisis son las más acertadas. No sobra nadie.
 

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