Top Secret, 18 de abril de 2018

¿Es sucia la política en Lanzarote?

¿Es sucia la política en Lanzarote?

¿Es sucia la política en Lanzarote?
En la hora de su despedida, a largo plazo, el senador por Lanzarote y La Graciosa, Joel Delgado (PP), ha dicho que la política en la isla se ha convertido en un lodazal. ¿Tiene razón? ¿Practica también él esa lucha en el barro? Dejemos una cosa clara: la política, per se, no es sucia, ni limpia, ni bien educada o malcriada. Tampoco llega tarde por las noches los fines de semana o ayuda a las ancianitas a cruzar la calle. En todo caso, la política, como actividad, está llena de gente que la ejerce. Esos serían, de serlo, los sucios. Si yo entro en una habitación y tiro un papel al suelo, la estancia no estará sucia: habrá un papel en el suelo. Pero si me llevo a todos mis amigos y, además de papeles, arrojamos colillas, cáscaras de pipas y escupimos, la habitación, efectivamente, estará sucia. Y si nadie la limpia seguirá estando sucia. Con la política pasa más o menos lo mismo. Claro que hay gente que la ensucia. Y naturalmente que también hay personas que tratan de limpiarla. Sin embargo la sensación es que hay más de los primeros que de los segundos. Así que ¿tiene razón el senador Delgado cuando afirma que la política en Lanzarote se ha convertido en un lodazal? Rotundamente, sí. Con un matiz. Querido senador, esto ni es de ahora ni es porque le ha pasado a usted. La mierda viene de lejos.
 
Mierda de guante blanco
Siguiendo con el ejemplo de la habitación. Si boto al piso una botella de ginebra premium no será menos basura que si arrojo una de vino en tetrabrick. Es porquería igual. Hay muchos tipos de mierda. En el lodazal donde Joel Delgado ha chapoteado junto a decenas y decenas de cargos públicos y orgánicos más, han convivido desde la compra de un concejal hasta masivos enchufes de vecinos y familiares. Que esto último tampoco es demasiado limpio, que digamos. Ha habido alcaldes que han “acompañado gentilmente” a las urnas a personas mayores o con movilidad reducida previo “présteme el DNI que yo le ayudo a votar”. Lodo. Hemos conocido acusaciones poco menos que de narcotráfico de candidatos al senado nunca condenados. Basura. Se ha humillado a trabajadores públicos de intachable trayectoria y se ha premiado de modo insolente al cachanchán con carné de pelota. Hedor. Se ha escrito sobre secretos de alcoba. Cieno. Algún partido ha esperado a que salieran de la cárcel dos corruptos confesos para firmar una moción de censura. Bahorrina. Millones de euros, ¡millones!, han desaparecido de las arcas públicas. Mierda, mierda y más mierda. Y así podríamos seguir hasta agotar los escatológicos sinónimos. Él mismo, probablemente sin darse cuenta, contribuye al lodazal que denuncia arrojando otra bosta al publicitar las relaciones sentimentales de una periodista con un político. Si es que son. Y, si son,  ¿qué?
 
Adiós al TEA
El TEA, Teatro Estudio de Arrecife, ofrecerá a final de este curso su última función. Así lo ha anunciado en las redes sociales su fundador, Salvador Leal, en un comunicado conjunto con Elena Guadalupe, cofundadora. En el escrito, se aclara que el punto y final es “la desidia y la falta de responsabilidad” ante el impago de las ayudas comprometidas. Señalan que “la subvención de 2016 ya ha pasado la fiscalización (hace semanas)” y que “el Ayuntamiento se niega a abonar la subvención de 2017.”  Losótroh, la compañía y empresa teatral que gestiona el TEA,  se compromete “a cumplir el compromiso adquirido con alumnas-os, y de forma voluntaria, pues renuncia a solicitar la subvención de 2018 y continuará con el curso iniciado, para celebrar en junio, las XX Jornadas Fin de Curso y Fin del TEA”. Leal y Guadalupe finalizan dando las gracias “a todas las personas que durante estas casi dos décadas, han formado parte del TEA, a quienes trabajaron en el proyecto, a madres, padres, a alumnas-os, y por supuesto, no olvidamos del gran apoyo y reconocimiento social que siempre tuvo el TEA”. 

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