En cadena
En cadena
El Consejo Europeo aprobó en la madrugada del martes un acuerdo económico histórico que tiene en cuenta la singularidad de España. Es de esperar que se active la reacción en cadena. Porque, del mismo modo que Madrid ha defendido con firmeza que España ha sufrido como ningún otro país los embates de la pandemia y ha arbitrado medidas específicas para amortiguar el desastre en las economías familiares, Canarias ha de defender ante la metrópoli el padecimiento de una región con un alto porcentaje de su PIB dependiente de una industria que desapareció de golpe y porrazo. Y que a ver si vuelve, cuándo vuelve y cómo. Europa, de momento ya lo ha entendido: las Regiones Ultra Periféricas (RUP) recibirán específicamente 1.928 millones de euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y del Fondo Social Europeo (FSE) para todo el septenio, con la particularidad de que es la primera vez que este último programa incluye un bloque específico para las RUP de 473 millones de euros. Esos 1.928 millones suponen un notable incremento respecto a los 1.400 del actual periodo 2014-2020. El vicepresidente económico del Gobierno Canario, Román Rodríguez así lo ha valorado.
Canarias
No hay excusa, por tanto, para que Madrid no eche el resto para con Canarias. Desde tiempos inmemoriales, y gobernara quien gobernase en La Moncloa, venimos oyendo de los incumplimientos del Convenio de Carreteras y de lo que se nos debe en Educación y Sanidad. Bien pues ha llegado la hora de ponernos al día y un poquito más. Ese plus ha de venir dado porque de entre las comunidades de España pocos casos como Canarias. Dependientes casi en exclusiva -Lanzarote y Fuerteventura, en exclusiva- de una sola industria: el turismo. Una actividad que, como es sabido, ha sido la más dañada por el parón provocado a raíz de la pandemia. Si España ha forzado que Europa entienda lo suyo, Sánchez ha de entender a Canarias Y si Bruselas ha sido condescendiente con Madrid, Moncloa no ha de ser menos con el Archipiélago. Veremos
Eslabón
Luego quedaría el último eslabón de esta cadena. Canarias ha de atender, de modo específico y con absoluta rotundidad, al llamado Eje Oriental (Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa). Un dato que no deja lugar a ninguna duda: tanto en Gran Canaria como en Tenerife el desempleo provocado por la crisis económica directamente derivada de la pandemia ha alcanzado el 26%. En el caso de Lanzarote y Fuerteventura, el 52%. El doble. Huelga decir nada más ante lo definitivo de estos porcentajes. Cualquier otra cosa que no sea tratar preferentemente esta realidad sería un escándalo mayúsculo con un responsable: Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias formado por cuatro partidos: PSOE, Nueva Canarias, Podemos y la Agrupación Socialista de La Gomera. Ya pueden cantar misa en latín los lobbies chicharreros y canariones. Blas Acosta y María Dolores Corujo deben imponerse, y con claridad, en la discusión económica. No puede ser de otro modo.
