El sueño de Joel

El senador por Lanzarote y La Graciosa cumplió su advertencia y ‘compareció’ en el Cabildo para rendir cuenta de su gestión de estos dos años en la Cámara Alta. El Senado no tiene ejecución política, no maneja presupuesto y no dispone de capacidad resolutiva administrativamente. Tampoco gobierna el PP en España. Así que Joel necesita salir a la palestra, agitar los brazos, dejarse ver, hacerse notar y declarar que se ha avanzado mucho en la intermediación entre instituciones y también en la consecución de algunos retos. La oposición no acudió, le hicieron el vacío hasta los suyos y al final habló para sí mismo.
 
Avances en el puerto, él. Y, en menor medida, el presidente de la Cámara de Comercio. Avances en el aeropuerto, él. Y sólo él. Protección de cetáceos, él. Y nadie más. La Graciosa Octava Isla, él. Solito. Si cambiara el nombre del aeropuerto, habrá sido él.  Si se implantaran más parques eólicos asociados a la desalación, él. Si se soterraran infraestructuras, él. Si llegaran vehículos eléctricos, él. Si viniera dinero para planes de aguas y carreteras, él. Si llueve, él; si escampa, él; si cae el paro, él; si crece la economía, él; si somos felices, él…
 
Ser senador y que no gobiernen los tuyos no sirve para nada. Cuando se retire de la política, en 2019, si cumple su promesa, creerá que alguien lo va a echar de menos. El pobre.

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