El PP se inmola

La expedición del Partido Popular (PP) lanzaroteño que acudió a la convención nacional de Sevilla llevaba una propuesta para sacar al partido del derrotismo, pero no pudo plantearla porque se le adelantó Asier Antona con otra más sugerente. Antona proclamó el final del ciclo nacionalista en Canarias, en clara referencia a Coalición Canaria, y el PP canario pareció respirar tranquilo: hay quien lo tiene peor que nosotros, se dijeron unos a otros.
 
La propuesta del PP de Lanzarote consistía en una envolvente para despistar a los adversarios, sobre todo a Ciudadanos (Cs). Pretendía situar la reapertura de la avenida marítima de Arrecife en el centro de los problemas de España, y culpar a Rivera, a los socialistas, a los podemistas y pilistas, y a Eva de Anta, de lo mal que lo están haciendo en Arrecife. Pero Antona se adelantó.
   
Contigo crece… pero la España de color naranja
Cs sigue rompiendo techos en todos los sondeos electorales. Mientras tanto, la reunión de Servilla convocó a M. Rajoy, sus ministros y 2.500 cargos para asistir al estertor electoral del PP cuando decidieron ovacionar a Cifuentes, la afiliada que hasta hace unos días era quien mejor representaba la regeneración interna frente a la corrupción. Mira por dónde…
 
Qué inoportuno el lema escogido para la convención nacional del PP: ‘Contigo crece España’. Efectivamente, contigo crece… pero la España de color naranja, mientras el PP, agotado, comienza el mostrar una rigidez cadavérica, incapaz de dar respuesta tanto a sus problemas internos como a los desafíos de la España de hoy, incluida la cuestión catalana.
   
Cifuentes y su master lastraron el intento del PP de recuperar la iniciativa política, tocada por las críticas de los pensionistas, el bofetón de la justicia alemana a la politización de la justicia española, el enésimo caso de corrupción Gürtel y compañía, la posible sucesión de Rajoy… Los populares, de momento, se aferran a su negativa a la derogación de la prisión perpetua revisable, como si en ello les fuera la vida.

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