Top Secret, 10 de noviembre de 2017

El Pleno

El Pleno
Todos los partidos de la oposición en Arrecife solicitaron una sesión plenaria para debatir el estado de la ciudad, ¿Y a qué no adivinan quién compartió protagonismo con sus ilustrísimas los concejales y concejalas? Pues nada menos que Biosfera TV. Y en concreto un programa de reciente estreno y que, en poco tiempo, ha cautivado a la audiencia. Se llama 'SOS Lanzarote' y se ocupa de atender las quejas vecinales, allá donde se produzcan. Su director es un veterano en esto del periodismo denuncia: Aureliano Montero González. Dirige laverdaddelanzarote.com y conoce como nadie los rincones de los barrios que  los concejales del Grupo de Gobierno no han oído  ni siquiera hablar de ellos. En ese pleno, y en uno de esos tiras y aflojas entre los que los que mandan y los que fiscalizan el concejal de Vecinos Unidos, Andrés Medina, va y les suelta: "vean un programa en 'Biosfera Tv' que se llama SOS Lanzarote', en el cual cada semana se ven y escuchan los testimonios de los sufridos vecinos de cada uno de los barrios de esta capital". Añadiendo que "ustedes no se han molestado en ir a los barrios a hablar con los vecinos, porque si lo hubieran hecho los vecinos no estarían denunciando en la televisión, la terrible situación en que se encuentran".  Una gran verdad. De hecho es la verdad de Arrecife.
 
Lo que hay
Arrecife da vergüenza. Y cada día más. Es absurdo negarlo. Como es absurdo pensar que los concejales no hacen nada para tratar de revertir esta situación. Nadie tiraría piedras sobre su propio tejado. Puede ocurrir que traten de hacerlo pero no puedan. Sean, por tanto, incapaces u otra palabra que suena más fuerte y que es la contraria a útil. Arrecife es la ciudad de los mil defectos. De lo pequeño a lo grande. Del bordillo roto a la ausencia de planes de mejora. Un simple paseo por las calles de los barrios desmoraliza a cualquiera. Y lo peor es que 'los barrios' se acercan cada vez más al centro. Es decir, la imagen decadente va extendiéndose en lugar de ir menguando. En ese paseo que no se dan los concejales descubrirían que muchas de las cosas que afean a esta ciudad apenas cuestan dinero. Es sólo voluntad. Ir con una libretita apuntando todo lo que hay que hacer y mandar hacerlas. ¿Un paso de peatones cuya pintura ni se ve? Pintarla al día siguiente. ¿Unos cables colgando fuera de su sitio y rozando el piso? Sujetarlos mañana. ¿Una marquesina sucia? Limpiarla a las pocas horas. ¿Una arqueta suelta que no deja de hacer ruido? Meterle un punto de soldadura en menos de dos días. Y así.
 
El patito (muy) feo
La sugerencia de Andrés Medina es muy útil para aquellos y aquellas, como parece el caso, que pasean de poco a nada. Pongan la tele y esperen que los vecinos les canten las verdades del barquero. De paso se enteran de que la ciudad está llena de vecinos. De gente con problemas. De esos que oyen nombrar cuando alguien les dice "hay una persona que pide cita" y ellos responden "estoy ocupado". En realidad no tienen nada mejor que hacer que ocuparse de los problemas de los vecinos. En algún punto del camino nos hemos confundido y hemos acabado convirtiendo a los servidores públicos en semidioses intocables. Gente que anda por ahí con dos móviles (hasta tres) cuando hace poco les sobraba la mitad del único que tenían, vestidos como si cada día fueran de boda, pidiéndoles a los de prensa que inunden los mails de los medios con chorradas y posando para cada foto con una sonrisa que sólo podría defender quien está orgulloso de lo que hace (que no es el caso) o quién está convencido de que hay ue salir bonito (o bonita) porque así les votarán más (que es el caso de la mayoría). Sí. Son así de simples. Siguen creyendo que un chocolate con churros y una sonrisa de oreja a oreja es suficiente para que el hogar del pensionista te vote a saco. 'Es que en el ayuntamiento falta personal' se les oye lamentarse una y otra vez. ¿Falta? ¡Se diría que sobra personal! Y no entre la plantilla de trabajadores, precisamente.

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