El Pacto va
Avanza el Pacto para la Reactivación Social y Económica de Canarias, y ya es raro. Porque llamar a los supuestos adversarios, proponer, tender la mano, escuchar, entenderse y sellar alianzas no forma parte de la cultura política general en las Islas. Por eso es raro. Lo habitual es tirarse los trastos a la cabeza y decirse de todo, menos bonito. Unos más que otros, bien es verdad, pero no deja de tener su mérito la inquebrantable voluntad de acuerdo mostrada por el presidente Ángel Víctor Torres.
En principio, los agentes económicos y sociales y la sociedad civil han mostrado su compromiso de acuerdo en las primeras reuniones en torno al Pacto para la Reactivación de Canarias. Lo mismo sucede con la mayoría de los partidos políticos, conscientes del hondo alcance de la crisis económica y social que ya se vislumbra y que será más profunda en los meses venideros. La patronal y los sindicatos lo tienen claro por dos razones: la extensión de los ERTE, la estrategia de cara a la reapertura turística de las Islas y la sintonía del Ejecutivo canario con el Gobierno del Estado.
Quizá los flecos surjan cuando los tácticos de algunos partidos políticos, al menos dos, consideren que un acuerdo de amplia base fortalece a los que gobiernan y perjudica a los que están en la oposición, y propongan revolverse poniendo todo tipo de obstáculos y esgrimiendo cualquier excusa de manual de primero de asesor para no rubricar el pacto. En todo caso, además de voluntad y unidad hacen falta entre catorce y dieciocho mil millones de euros para que no se tuerza el devenir el Archipiélago. Y eso, para empezar a hablar. Parece que va, pero fácil no está.
