Opinión

El movimiento de Torres

Esta última semana ha estado cargada de actividad política en el Parlamento de Canarias. El aplazamiento de la sesión plenaria en la que se tenía que elegir a los nuevos miembros de los órganos dependientes del Parlamento y el Debate de la Nacionalidad acapararon durante días toda la atención política e informativa. Polémicas y cruces de acusaciones precedieron a un debate que en algunos momentos se vivió con especial intensidad y que llegó, efectivamente, marcado por el cambio de tono del PSOE.
 
Un PSC despechado ha hecho fracasar el acuerdo alcanzado previamente con CC y el PP para repartirse el Diputado del Común, el Consejo Consultivo y la Audiencia de Cuentas. Ha sido el último episodio de una Legislatura que comenzó con el acuerdo de gobierno entre CC y el PSC, pacto que saltó por los aires en vísperas de la Nochebuena del 2016 entre otra razones por el desacuerdo del reparto de los recursos del Fondo de Desarrollo de Canarias. Como se recordará, la reacción inmediata del presidente de los populares en el Archipiélago fue la de anunciar que su partido no contemplaba entrar en el Gobierno canario, añadíendo además que “el PP no tiene ansiedad ni desespero por ocupar el espacio vacante del PSOE”. A pesar de que -según Antona- el PP no tenía ansiedad ni desespero para relevar al PSC en el Gobierno de Canarias, hasta el mes de julio de 2017 se escenificaron largas negociaciones entre CC y el PP que fracasaron al no poder los nacionalistas satisfacer la petición de los populares de entrar con cuatro consejerías en el Gobierno.
 
La ruptura de aquellas conversaciones entre populares y nacionalistas coincidieron en el tiempo con la llegada a la secretaría general del PSC de Ángel Victor Torres. La coincidencia del punto final de las negociaciones de PP y CC y el nombramiento de Ángel Victor Torres como cabeza visible de los socialistas canarios a finales de julio del 2017 no fue una casualidad. Torres priorizó recuperar el entendimiento con CC y así desplazar al PP como socio de los nacionalistas, estrategia que aCC le vino de perlas porque podía prescindir del apoyo de los populares sin riesgos para la estabilidad de un gobierno en minoría. Aquel movimiento llevado a cabo por el nuevo secretario general de los socialistas canarios no tuvo en cuenta una premisa muy importante: el valor que el voto de CC tiene, junto al de Nueva Canarias, en el Congreso de los Diputados.
 
La relevancia estratégica del voto de CC para Rajoy y los suyos hacía y hace que la posición del PP de Canarias haya estado y esté sometida a los intereses del Gobierno de Rajoy. El discurso del PP de Canarias ha sonado fuerte y duro estos dias contra el Gobierno de Canarias, pero en  realidad en los grandes temas es un aliado firme que da estabilidad a la acción del Gobierno de CC.
 
En esa tesitura, CC ha tenido dos pretendientes dispuestos a apuntalar su minoría en el Parlamento. La dote que ha ofrecido el PP -desde su posición de Gobierno de España- es mucho más interesante para el partido que lidera José Miguel Barragán que la que puede ofrecerle el PSOE desde la oposición en Madrid. Sin el Gobierno del Estado el PSOE solo podía ser un aliado útil para asegurar la estabilidad en Canarias y para darle celos a los populares canarios.
 
El papel colaborativo jugado por Ángel Victor Torres y los socialistas con CC y el escaso margen -más allá de las palabras- para hacer oposición del PP canario ha impulsado a Antona a tomar la iniciativa y hacerse un nuevo planteamiento: dado que no podemos hacer oposición, rentabilicemos nuestra obligada colaboración.
 
Es así como se fragua el acuerdo de facto entre CC y el PP que refuerza a ambos y castiga al PSOE. El apoyo dado al Gobierno canario por Asier Antona blinda a CC y permite ganar cuotas de poder al PP en el Archipiélago. Casi con toda seguridad CC se habrá garantizado los apoyos del PP en el Parlamento hasta el final de la Legislatura, entre otros hitos sin duda el apoyo a los presupuestos del 2019 y a leyes en trámite como la nueva Ley de Servicios Sociales. Además, es muy probable que el acuerdo -no público- aborte cualquier atisbo de mociones de censura en las instituciones gobernadas por CC y trunque el compromiso del PP con el resto de partidos para llevar a cabo una reforma de la Ley Electoral canaria sin CC. Por su parte, Asier Antona presentará ante los suyos el éxito de conseguir presidir las autoridades portuarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, además el de dejar fuera de juego a Ángel Victor y a su partido. El PSOE tenía todas las de perder en su estrategia de convertirse en aliado preferente de CC. Tenía las de perder y perdió. Torres midió mal sus fuerzas.

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