Top Secret, 5 de junio de 2018

El gafe de Las Cucharas

El gafe de Las Cucharas
El paseo de Las Cucharas, víctima de la chapuza de una empresa que ejecutó muy mal las obras en su día, tendrá que seguir esperando para ser una realidad. La nueva empresa a la que le habían sido ejecutadas las mejoras se ha rajado. ¿Los motivos? Costa Teguise las cosas llegan para quedarse. O salen mal o ni salen. El último ejemplo, por el momento, es el del paseo de Las Cucharas. Después de una ejecución muy deficiente la primera vez que trató de hacerse, ahora la empresa que iba a reparar el estropicio de los chapuzas originales, ha comunicado a la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias que no, que se rajan. Que unos “condicionantes” con los que se han encontrado en Lanzarote hacen imposible la ejecución de la obra. La empresa deja claro que ni es culpa del Gobierno de Canarias ni de ellos, sino cosa de Lanzarote. “Ellos”, la empresa, son Ferrovial Agroman SA, que lo mismo les puede sonar de haber construido el Guggenheim de Bilbao que de aparecer en el sumario del denominado Caso Palau, uno de los que investigaba comisiones ilegales en Catalunya (del 4%) y en el que los directivos de Ferrovial acusados acabaron absueltos... pero por prescripción de los delitos de los que se les acusaba. La sentencia, dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, consideró probado el pago de comisiones a cambio de obra pública.
 
Los condicionantes
En el Consistorio con sede en la Villa de Teguise estaban que trinaban este lunes. A muchos de sus miembros la noticia les llegó a través de la llamada de periodistas que querían saber cuáles son esos “condicionantes” que alega la empresa para no ponerse a currar. Y parece que el quid de la cuestión estaría en el precio del piche. Y es que el proyecto dice que en el paseo hay que colocar un pavimento especial sobre una capa de cinco centímetros de asfalto. Que son perfectamente capaces de hacerlo, claro. Pero resulta que con lo que no contaban es que el piche, en Lanzarote, es como cinco o seis veces más caro que en otro lado. Y eso ellos no lo esperaban, o no lo sabían, o esperaban regatear o vayan a saber qué. El caso es que no les salen las cuentas y con 1.615.687,96 incluido el IGIC, no les merece la pena. ¿Y ahora? Pues ahora habrá que ver la letra pequeña del contrato, las exigencias municipales y las tragaderas del Gobierno de Canarias. Puede que traten de liberarse de esa capa de piche o que tengan que sacar a concurso de nuevo el dichoso paseo. A ver qué se decide. Pero entre esto, lo del campo de fútbol también en Costa Teguise y un par de cosas más, no se puede decir que en esta localidad tengan buena suerte con la obra pública.
 
Lío en educación
El Gobierno de Clavijo, por cierto, tiene otro problema: las oposiciones en Educación. El STEC-Intersindical Canaria, otrora el sindicado de guardia de Coalición Canaria en el que crecían como setas los cargos públicos nacionalistas, ha pedido "la inmediata dimisión de la Sra. Soledad Monzón, consejera de Educación y Universidad, como máxima responsable de esta situación que avergüenza a toda la comunidad educativa de Canarias y nos convierte en el hazmerreír de todo el Estado”. Se refieren a lo que ellos definen como “un alarde de incompetencia sin precedentes“, la implantación de un sistema de inscripción telemático “improvisado y plagado de fallos” que ha provocado que 1.260 peticiones hayan sido excluidas del procedimiento, afectando a más de 1.000 personas diferentes. Es la primera vez en la historia que se alcanza un número de excluidos tan desorbitado, denuncia el STEC-IC. Pero además, dice el sindicato, "desde un primer momento, el procedimiento ha adolecido de innumerables defectos e irregularidades, desde la intransigencia demostrada por la Consejería al no atender la petición unánime de las organizaciones sindicales de reducir el número de plazas convocadas, o el no tener en cuenta las aportaciones que desde el STEC-IC y otras organizaciones sindicales le trasladaron, dándose “la aberrante circunstancia” de que se les hizo llegar el documento, de 212 páginas, “media hora antes de la reunión en la que se iba a tratar".

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