El escritor picarón

Nos llega un anónimo al correo del digital. En estos casos hay que tomarlo con precaución. Las cosas que no vienen firmadas y con identificación suficiente no se publican. Pero esta vez... Esta vez tampoco. Aunque el tema, no crean, nos haría pasar un rato entretenido. Va de una institución que, en su intento de conseguir que sus vecinos adquieran nuevas habilidades, o potencien las que ya tienen, contrata temporalmente formadores en distintas materias. Y, una de dos, o no mira suficientemente el currículum de quien contratan o el aspirante oculta algún dato de su pasado que, quizá, haría poco recomendable su contratación. Y, ojo, en este caso concreto, el pasado (el que nos soplan, al menos) no es delictivo. Un tanto picarón, pero no delictivo.  Nos dice nuestro confidente que "resulta chocante cómo algunos responsables de lo público y en especial de la educación de nuestros hijos no toman conciencia de lo importante que es saber a quién ponen al frente de sus programas educativos". Y sigue: "Desde hace un par de años, con el desconocimiento del público, de las familias y de los usuarios, uno de los responsables de uno de los episodios más sórdidos de los vividos recientemente en nuestra isla está colocado como profesor literario, ponente en conferencias y hasta dando charlas en institutos". 

 

Según los datos ofrecidos por el comunicante una institución contaría, para esas cosas que hemos dicho más arriba, con una persona que hasta hace relativamente poco se dedicaba al negocio de los vídeos subidos de tono. Muy subidos, en concreto. Subidísimos, incluso. Y que hasta en Lanzarote armó un notable revuelo al convertir en estrellas de la cosa a dos mujeres familiares entre sí y una de ellas emparentada con él. Se conoce que entre toma y toma (en lenguaje cinematográfico, no piensen mal) este hombre daba rienda suelta a su otro hobby: el de la escritura. Hasta el punto de haber firmado un buen número de obras que se auto publica aprovechando las facilidades que internet da para estas cosas. Hasta que llegó el día que dijo basta. El comunicante asegura que "desencantado con la sordidez del porno regresó a Lanzarote con su mujer, intentó borrar todas las huellas de su pasado pornófilo y empezó a buscarse hueco como profesor de escritura". Y encontró el hueco. Nos cuentan que le hacen caso en la programación de la biblioteca, en la organización de la feria del libro y, como ha quedado dicho, en la organización de talleres y charlas en instituto. No nos digan que se trata, cuanto menos, de una curiosa reconversión. La pregunta es la misma que al principio: ¿No venía eso del porno en su currículum, no lo leyeron o, si lo hicieron, les dio igual y p'alante?

 

Otro eco del pueblo: el ayuntamiento de Arrecife se auto contra programa. Dicho en romano paladí: se hace la puñeta a sí mismo. Es verdad que a través de dos concejales distintos, pero quien  sufre, al final, es la imagen de la propia institución. Que va perdiendo el respeto de la ciudadanía poco a poco. Sin prisa, pero sin pausa. Este sábado actuó en Arrecife Sole Giménez, la solista de Presuntos Implicados. Voz y sensibilidad a raudales. Hace tiempo que se sabía de este concierto. En concreto el 6 de noviembre se anunciaba en prensa este concierto, en el Teatro Atlántida, bajo la organización de esa concejalía tan apacible: Cultura. Hasta aquí normal. Pero llega la víspera del concierto y el ayuntamiento de Arrecife, vía Festejos, anuncia un concierto gratuito en la Plaza de El Almacén: "Las canciones de Mecano 'dan la nota' en Arrecife". Juradito que ese fue el titular de la nota de prensa. 'Dan la nota'. Eso fue el viernes a las 11:13. Bien, pues sólo dos horas después, a las 13:14, el propio ayuntamiento, vía Cultura, 'recuerda' la hora del concierto de Sole Giménez. ¿Somos tantos en Arrecife para dos conciertos dirigidos más o menos a un mismo público? ¿Sabían en Festejos que había ya otro evento programado? ¿Será esa la institución a la que se refieren los dos primeros párrafos? ¿Cuándo dejarán de dar la nota?