Opinión

El despido improcedente de D. Antonio Bonilla

El despido improcedente de D. Antonio Bonilla

Recientemente D. Antonio Bonilla, un ciudadano ejemplar, emblema y representante de tantos trabajadores de los Centros Turísticos de la isla de Lanzarote, ha sufrido una extrema injusticia, en relación a su empleo, su estabilidad y aún más importante, su persona.
 
Desafortunadamente, y una vez más el Clan CC, arropado por todos sus lacayos, han atacado a la persona equivocada, un auténtico trabajador. Conocedor de nuestro municipio de Haría como nadie, ejemplar residente, padre de familia y con una seriedad relevante, D. Antonio Bonilla ha representado siempre y con carácter neutral a todos y cada uno de los trabajadores de los Centros Turísticos de la isla de Lanzarote, sus camaradas, compañeros y amigos.
 
Víctima de una injusticia, perpetrada supuestamente por aquellos representantes del Cabildo de Lanzarote, que jamás han mostrado seriedad, personajes imputados, y aún más participes del deterioro de la isla, así como de todo aquello relacionado con el anti- desarrollo.
 
Es importante reseñar que existe una actualización de la Ley de Protección de Datos, y que además la ley ampara a víctimas en este caso como D. Antonio Bonilla, que siempre ha realizado, y con máxima responsabilidad, sus obligaciones.
 
Investigaremos en defensa de este trabajador, e invito personalmente a representantes del municipio de Haría (incluyendo Marci Acuña, Alcalde y su equipo de asistentes), que se pronuncien y manifiesten su protesta en defensa de un residente de nuestros pueblos, y que en estos momentos ha sido víctima de una injusticia intolerable.
 
Como bien expuso Montesquieu: "LA INJUSTICIA HECHA A UNO SOLO ES UNA AMENAZA DIRIGIDA A TODOS". Apoyemos a nuestro compañero, nuestro vecino de Máguez y Punta Mujeres, defendamos a un representante leal de nuestros derechos, D. Antonio Bonilla. Buscaremos e identificaremos a todos y cada uno de los irresponsables que han cometido este atropello. Caiga quien caiga.
 
Tienes mi apoyo incondicional D. Antonio Bonilla.

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