Top Secret, 28 de febrero de 2018

El debate del swap

El debate del swap
La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, propone que el Pleno debata sobre las 'responsabilidades políticas' de quienes firmaron la contratación de un producto financiero tóxico (sobre todo para el Ayuntamiento). ¿Qué hay que debatir? Esta semana se ha sabido que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha desestimado el recurso de apelación presentado por el Banco de Santander contra la sentencia que anuló seis contratos de productos financieros 'tóxicos', por valor de 30 millones de euros y firmados por el Ayuntamiento de Arrecife con el Banco Santander por la ex alcaldesa María Isabel Déniz (2003-2007), y no denunciados hasta 2013 bajo el mandato de Manuel Fajardo Feo. Por medio pasaron otros dos alcaldes: Enrique Pérez Parrilla y Cándido Reguera (ya fallecido). El estropicio para las arcas municipales fue de más de 3'3 millones de euros, que ahora se recuperarán. En un informe del Consejo Consultivo de Canarias del año 2013, donde ya se dejaba meridianamente claro que las operaciones eran nulas (lo que dio pie al inicio del pleito judicial), el órgano consultor añadía que era preciso depurar responsabilidades contra los firmantes porque no estábamos ante una simple ignorancia o negligencia, sino ante una conducta culposa, temeraria y dolosa.
 
Mirar hacia otro lado
Sin embargo no se hizo nada de eso. Vamos a pensar que no hubo corporativismo político ni despiste premeditado, sino que se destinaron todos los esfuerzos y las energías intelectuales en redactar la demanda que ahora se ha ganado. Y es justo en este punto cuando la actual alcaldesa, Eva de Anta, anuncia que llevará a Pleno el debate sobre si hay que pedir, o no, responsabilidades políticas a los principales actores de esta (otra) historia en la que se saquearon las arcas municipales (de manera frustrada, al parecer y afortunadamente). Y se habla de responsabilidades políticas porque las penales habrían prescrito. En realidad las interesantes son estas últimas, porque las políticas ya se sabe que poco efectivas son. Los 'interesados', como si oyeran llover, sus partidos, mirando para Cuenca y el ciudadano, vacunado ya de golfos, golfas y golfadas, clamando honradez en el desierto.  Así que sí, que lo del Pleno está muy bien para asistir, de nuevo, a una carrera del y tú más, de acuerdo, pero no es improcedente que cada cual sea colocado en el escalón de la historia que le corresponde. Que la memoria es muy corta.
 
Las placas
De paso, si el Pleno aprueba eso de las responsabilidades políticas, no estaría de más que empezaran a retirarse placas del “Esto lo inauguró fulano o mengana” si resulta que el fulano o la mengana fueron, en algún momento del proceso, los causantes por acción u omisión del “negociete”. Hubo un partido (¿Nueva Canarias?) que ya propuso esta medida, o una muy parecida. ¿Por qué la ciudad luce placas recordando que actores de la corrupción inauguraron cosas? Porque resulta que entre que se firmaron los dichosos swaps y el Pleno que lo ha de afear hubo un par de operaciones policiales (Unión, Jable, Montecarlo...) que contribuyeron a que se supieran algunos detallitos que no parecen menores. Por ejemplo: el director del Banco de Santander firmante de los productos financieros era, a su vez, administrador de varias empresas que facturaron al Ayuntamiento de Arrecife, durante el mandato de la ex-Alcaldesa María Isabel Déniz, casi cuatrocientos mil euros. Con la particularidad de que una de ellas era una peluquería que, según parece, facturó unos 150.000 euros. Mucho peluquín hay ahí. También gestionaba una sociedad a la que la la ex-primera edil compró material para una de sus viviendas. Y todo esto no lo sacó a la luz nadie del Ayuntamiento, que hubiera sido lo suyo, sino la Guardia Civil cuando se puso a investigar el patrimonio de la ex alcaldesa. Por cierto, ahora que caemos en el detalle, con apodo que tiene que ver con cosas de peluquería. Qué curioso...

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