Top Secret, 2 de enero de 2020

El balance

El balance

Biosfera Digital ha pulsado la opinión de líderes políticos insulares sobre lo mejor y lo peor de 2019. Y a todos les preocupa lo mismo: la inmigración. Sin embargo, hay matices en las respuestas. En circunstancias normales deberíamos reconfortarnos cuando un representante público tiene en el drama de la inmigración una de sus principales preocupaciones. Se hace muy necesario abordar soluciones políticas desde el humanismo. Ocurre, por el contrario, que no todos los líderes hablan de personas o de atención humanitaria cuando se les viene a la cabeza la palabra inmigración. Son más partidarios de aplicar medidas policiales y represivas. El SIVE, la devolución al infierno de donde han salido -nadie se mueve de la gloria- y, en definitiva, que la porra y las esposas sustituyan a la manta térmica y la botella de agua. Luego, para que la conciencia no les altere la siesta, se escudan en la Ley y en la mentira. Cumplir la Ley es obvio que hay que cumplirla. Pero no todos los canarios, ni los españoles en general, que emigraron, y mucho, lo hacían con papeles y contrato de trabajo en destino. Eso no es cierto. Y, por tanto, es mentira.

A palos

Muchos de nuestros antepasados se ven reflejados perfectamente en esos rostros del más de medio centenar de personas que, sólo el 1 de enero, ya han llegado a las costas de Lanzarote y La Graciosa. Idéntica mirada temerosa y las mismas esperanzas de poder llegar a una tierra de oportunidades. Y, tal como sucede con pateras que nunca arriban, es difícil cuantificar la cantidad de canarios que jamás llegaron donde esperaban encontrar gente de acogida y no fríos calabozos, políticos vociferando que no funciona el aparato represor y titulares de prensa señalándolos como los grandes males de un lugar cuyas calles ni siquiera llegarían a pisar. No parece que 2020 vaya a ser distinto a lo que ha dejado el año que se fue. 2019 ha sido el del repunte en la llegada de personas en esas frágiles embarcaciones, como se vio en Caleta Caballo. Y el primer día del año, aprovechando la bonanza del tiempo y que alguien les informó que por aquí es festivo, ya ha dejado su tarjeta de presentación.

Lo positivo

En lo positivo la mayoría de los representantes consultados señalan el cambio de ciclo político, personificado en María Dolores Corujo, líder del PSOE y actual presidenta del Cabildo, y Astrid Pérez, presidenta del PP y alcaldesa de Arrecife. Y amigas. Y que además tienen en común un tipo al que no aguantan. Así que entre unas cosas y otras ellas solitas se bastaron para mandar a Coalición Canaria a la oposición y terminar con una década de gobierno nacionalista en el que, afirman, ha habido más propaganda que gestión. El año que se fue dejó también el inicio de los actos del centenario de César Manrique anunciado con acierto por la Fundación que creó como Cien años de vida. Y así lo reconocen los dirigentes consultados. Frente a nosotros, 2020. Quién sabe si será el año en el que Lanzarote pondrá el reloj en hora en campos como las infraestructuras educativas, sanitarias, viales, en las políticas sobre el territorio, la atención a las personas y, en definitiva, en todo aquello que vamos claramente por detrás del tiempo en el que vivimos. Y todo ello sin hacer el burro. Con sentido común y coherencia.

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