El ‘plan’ de Clavijo
Casi podríamos afirmar que Clavijo tiene un plan para el Plan General de Arrecife, concibiendo una fórmula para elaborar un documento que diera satisfacción a sus amigos. En justicia, no podría afirmar si el plan es suyo, si le fue propuesto por parte del anterior alcalde, si fue a medias, o si se le ocurrió cuando se encontró con la petición de Fajardo Feo de que fuera desde el Gobierno desde donde se diseñara el futuro de la ciudad desde mesa ajena. Parece difícil apartar a Fajardo de esa decisión, vistas las habilidades que ha venido mostrando en sus cargos públicos.
Días atrás, el propio Clavijo afirmaba a un medio de comunicación que el Gobierno pretendía ayudar a los abandonados hijos de esta ciudad, y temía que no se quería aprobar el Plan General elaborado a sus pechos. Debería haber dicho que algunas no queremos que se apruebe “ese” Plan General, más, sabiendo que un Plan General ya tenemos, y que en lo que estamos es en su revisión.
Justificó Clavijo la urgencia de aprobarlo en que Arrecife necesita su palacio de Congresos y que si no se aprueba, ni de flores.
Con la polémica de los suelos se distrae de lo esencial: lo que afecta a la mayoría
El Plan no sólo es el mangoneo de los de CC, otorgando privilegios a algunas parcelas de propietarios a los que se deben o con los que comparten intereses. Con la polémica de esos mismos suelos se distrae de lo esencial, y que es lo que afecta a la mayoría de la población, entretenida en la defensa de las apetencias, mejor que derechos, de la propiedad del Islote del Francés, como si esto fuera a mejorar la calidad de vida de todo bicho viviente que ha establecido su residencia en el municipio. Como si el Islote ocupara el cien por cien de la ciudad, como si toda la ciudad fuera el Islote.
Debe creer Clavijo que va a sacar un Plan que no lleve aparejado un catálogo de bienes a proteger, sean diez o ciento cincuenta, pues todo Plan General está obligado a la inclusión de tal documento. El plan de Clavijo hizo desaparecer el catálogo de “su plan”. A sabiendas de lo polémico que siempre ha sido el intento de protección de los bienes arquitectónicos del municipio, lo que parece es que da satisfacción a los propietarios cabreados que son de su cuerda. Ni siquiera se corta con el asunto y para más falta de dignidad de los trabajadores públicos, manda a sus técnicos a que defiendan lo indefendible ante la Cámara de Comercio, y los muy tontos se prestan.
De momento, fuera de Lanzarote le patina el cerebro a estos de CC, a Clavijo, y pretenden que a nosotros nos patine también a ver si nos dejamos engañar por esta banda de trileros que han encontrado en Lanzarote el nicho de sus negocios ante una ciudadanía tan mal representada y tan embobecida con la banalidad.
Me falta por saber si en el ‘plan’ de Clavijo están o han estado, además de los ya conocidos, los altos representantes de CC en la isla, si son sabedores de las maquinaciones, y si no lo son, y ya lo saben, no sé qué coño están esperando para aliarse a esta ciudadanía tan desprotegida y despreciada. ¿Lo nuestro? No. Lo de ellos, como siempre. Si es que no tienen vergüenza.
