Top Secret, 13 de junio de 2019

Desesperación

En Coalición Canaria rige una cierta, y lógica, desesperación. No es para menos. Corren el riesgo de quedarse sin los templos de poder que han venido dirigiendo desde hace treinta años. Alguno de ellos histórico. Siga leyendo...

Desesperación

En Coalición Canaria rige una cierta, y lógica, desesperación. No es para menos. Corren el riesgo de quedarse sin los templos de poder que han venido dirigiendo desde hace casi treinta años. Alguno de ellos histórico. Empezando por el Gobierno de Canarias. De ahí que estas últimas horas, y viendo muy mal el panorama, hayan decidido ofrecer la Presidencia de Canarias al Partido Popular. Eso sí, Asier Antona sería presidente siempre y cuando los suyos dejaran sin efecto los acuerdos con el PSOE en distintos puntos de las islas. En algunos casos, acuerdos ya firmados, y presentados ante la opinión pública, como en el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife. Coalición Canaria tiembla ante la posibilidad de la pérdida de poder. Ya lo demostró a la desesperada cuando Echedey Eugenio, no comisionado por su partido para las negociaciones (él mismo dijo que el candidato no debía participar) ofreció la Alcaldía a Ástrid Pérez en una reunión que este sábado mantuvieron en el despacho de esta última y cuando ya el acuerdo con PSOE, Somos y Nueva Canarias estaba prácticamente ultimado. Y lo ha vuelto a demostrar, ayer, el candidato a Haría, Marci Acuña, proponiendo un gobierno de concentración y un reparto de los tiempos en la Alcaldía.

Time sharing

Antes del alquiler vacacional, el fenómeno que preocupaba al sector turístico en todo el mundo era el llamado 'time sharing'. Básicamente consistía en que un mismo inmueble podía tener tantos propietarios como espacios de tiempo en que acordaran dividirlo. Si en meses, doce propietarios. Si en semanas, cincuenta y dos. Así, cada propietario acudía a disfrutar de la residencia el período del año que había adquirido. Cuando en las corporaciones locales se propuso lo que este miércoles dejó caer Marci Acuña, esos pactos se bautizaron como ‘pactos time sharing’. El más famoso, sin duda, el del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cuando ,en la legislatura 1991-95, el CCN, PP e ICAN se repartieron la Alcaldía para evitar que el ganador de las elecciones, el socialista Emilio Mayoral, acabara de primer edil. Ojo al dato: PP e ICAN. Para los más nuevos, son las siglas de Iniciativa Canaria Nacionalista, la unión de comunistas y de los nacionalistas de Asamblea Canaria de la época.

Sí, pero no

En su ofrecimiento, que tiene pinta de ser tan desesperado como el de Barragán en Canarias y Echedey en Arrecife, Marci llega a decir una cosa y la contraria en apenas tres renglones. Afirma que su gesto de ofrecer un gobierno de concentración y compartir la alcaldía es “pese al acuerdo ya existente entre PSOE y PMH”. Un poco más adelante, sin embargo, sentencia que lo hace porque “a falta de tres días para los plenos de constitución de las corporaciones locales, aún no está nada claro”. En todo caso, estamos asistiendo a una serie de movimientos de improvisación de última hora que ponen muy en cuestión la capacidad negociadora de los nacionalistas. Y se nota el nerviosismo, insistimos, lógico ante lo que les puede caer. Baste recordar que el propio Barragán ofreció la cabeza de Clavijo para desmentirlo a las dos horas con la misma contundencia de la primera afirmación. O el cambio de talante, a nivel insular, del último día de negociaciones con el PP con respecto a la primera jornada. En fin, que quizá nos quede mucho por ver todavía.

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