Top Secret, 5 de abril de 2018

Deben tener un plan

Deben tener un plan
No descubrimos nada si les contamos lo rematadamente mal que se está gestionando el Ayuntamiento de Arrecife. Les llueven palos por todos lados. La mayoría más que merecidos. Al PIL, moribundo ya, poco le habrá de importar. Pero ¿Y al PSOE? Deben tener un plan. O están ya para encerrarlos. Nos referimos a los estrategas del partido socialista en Arrecife a quienes el grupo de gobierno municipal no se lo está poniendo, lo que se dice, fácil para las elecciones de 2019. Más bien al contrario. Se mire por donde se mire todo son críticas a la gestión. O a la ausencia de ella. Lo último, algo insólito hasta el momento en la capital de la isla, el parón del deporte base de este fin de semana. Ni el viernes, ni el sábado ni tampoco el domingo se disputarán competiciones. Campos, terreros, canchas, tatamis... todo vacío por la ineptitud de unos concejales, y una alcaldesa, a los que, siendo generosos, les ha faltado rodaje. Como es lógico la responsabilidad ha de ser compartida entre el Partido, que los presenta, y ellos mismos que tienen un concepto bastante alto de sí mismos. Esto último es bueno para la autoestima pero se está demostrando que no tanto para Arrecife. Y el PSOE no puede permitirse el lujo de resbalar en su principal vivero de votos.
 
El suelo
El PSOE siempre ha presumido de tener un buen suelo en Arrecife. Un mínimo de votos garantizado ya truene o diluvie. Y suponemos que con eso cuentan. Pero, veamos. Con eso ¿y con qué más? Y, ese “eso”, ¿sigue siendo el mismo eso? Parece difícil imaginar que en la actual coyuntura el PSOE de Arrecife sume adeptos. Y, por el contrario y visto lo visto con la fuga de militantes, es hasta posible que los pierda. Por ello en determinados ambientes socialistas empieza a cundir cierto nerviosismo. Pasan los días, las semanas y hasta los meses y nada nuevo motiva a un grupo de gobierno que transmite melancolía más que otra cosa. La lluvia fina del desastre de gestión que se pregona una y otra vez desde la oposición no es contrarrestada absolutamente con nada. Ningún paraguas, cero chubasqueros. Mucho menos el uso de cañones que disipan nubes para que no siga chispeando. A este paso pueden llegar a 2019 absolutamente enchumbados. Puede que de las pocas esperanzas que les queden, de no producirse una metamorfosis histórica, sea que se produzca un empate a cero, visto la calidad de los rivales.
 
La desaparición
¿Estamos asistiendo a los últimos meses de vida del PIL? Una pregunta que no pocos se hacen estos días. El otrora poderoso Partido de Independientes de Lanzarote está dando muestras que asemejan agonía. El músculo electoral que mantenían, en buena medida gracias a la “marca” Martín Martín, es ahora una incógnita. Lo que defendió Fabián en Arrecife y su hermano José Dimas en Teguise ya no existe. Fueron sacrificados por el “nuevo” modo de entender el PIL. Una manera que ha consistido en reventar el partido. Pero lo peor parece estar por llegar. ¿Qué espacio electoral le espera al “nuevo” PIL? Los que le corresponderían parecen todos ocupados, ciertamente: el nacionalista (CC le ha ganado la tostada con claridad y al fondo aguarda Nueva Canarias) y el insularista (Somos o San Borondón a nivel insular y multitud de partidos locales Aldem, UPY...) han tomado el relevo. Ayer ya les contábamos que los hay que andan por ahí con la caña de pescar a ver si trincan algo de lo que queda del PIL. En Coalición se preguntan si hay algo aprovechable (que lo hay, como es obvio), en el Sur no sería de extrañar que Gladys aumentara la militancia a costa de los de la tunera y fliparían si les contáramos qué partido se está planteando tirar los tejos a cargos púbicos pilistas. Dentro de poco, en esa histórica formación, se escuchará el famoso grito: “¡tonto el último!”.

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