SALUD MENTAL

Día Mundial de Lucha contra la Depresión, por primera vez en la agenda política de Lanzarote

Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. En la agenda política de Lanzarote, a raíz del pacto PSOE-Podemos, se cita, por primera vez, la preocupación por la salud mental de sus habitantes. 

Día Mundial de Lucha contra la Depresión, por primera vez en la agenda política de Lanzarote

Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.

La depresión incide notablemente en las tasas de mortalidad y morbilidad. Impacta a personas de todas las edades y de manera muy significativa a adolescentes y personas de la tercera edad.

Con la proclamación de este día se pretende sensibilizar, orientar y prevenir a la población a nivel mundial sobre esta enfermedad, cuyas cifras aumentan de manera desproporcionada en el mundo.

En la agenda política de Lanzarote se cita, por primera vez, la preocupación por la salud mental de sus habitantes. En este caso, los más jóvenes. El apartado 7 del 5º punto del pacto de gobierno suscrito entre el PSOE y Podemos, dedicado a los Pasos para fortalecer los derechos sociales, se habla textualmente de un Plan de prevención de suicidios y por la salud mental de la infancia y juventud.

Y es que la depresión índice cada vez más en edades tempranas. Los tiempos de pandemia y sensación de desesperanza que estamos atravesando multiplican los riesgos de caer en depresión.

En cualquier caso, cabe hacer hincapié en que se trata de una enfermedad y, como tal, requiere atención médica especializada para su oportuno diagnóstico y tratamiento. No es un simple decaimiento en el estado de ánimo o emocional, ya que puede conllevar al surgimiento de otras enfermedades como estrés, fobias, ansiedad, trastornos obsesivos y en el peor de los casos conducir al suicidio.

La depresión en niños y adolescentes

El comportamiento y los síntomas de los niños y adolescentes con depresión puede ser distinto al de los adultos, por lo que frecuentemente no es detectado por sus padres, sus profesores o su médico. Un niño que solía jugar con sus amigos y ahora pasa tiempo solo sin hacer nada de lo que antes le divertía, por ejemplo, puede tener depresión.

Debemos prestar atención también a cuando las cosas que antes le interesaban o divertían, ahora le parecen aburridas o no le llenan. A veces los niños con depresión pueden hablar de la muerte, o decir que les gustaría morirse, otras veces dicen que si les pasara algo no les importaría mucho. Adolescentes con depresión puede que abusen del alcohol u otras drogas, o causar problemas en casa o en el colegio.

Como el niño no parece triste, los padres y profesores pueden no darse cuenta de que este comportamiento irritable, desobediente y conflictivo puede ser un signo de depresión, pero si se les pregunta, estos niños frecuentemente dicen que se sienten tristes, desesperanzados, desilusionados, aburridos, cansados, y sin ganas de nada.

Es importante normalizar el diálogo en las familias y acostumbrarnos a conversar, con naturalidad, de todo aquello que nos entristece o de las frustraciones. Máxime en unos tiempos en los que se nos aparece con excesiva frecuencia la preocupación por un futuro con muchas incertidumbres.

Los signos que nos pueden dar alguna pista en niños y adolescentes

Si su hijo tiene uno o más de los siguientes signos de depresión, los padres consultar al pediatra o psiquiatría infantil y del adolescente lo antes posible, porque se trata de una enfermedad tratable, y que si se intenta ignorar puede tener consecuencias muy serias.

- Irritabilidad elevada, ira, u hostilidad extrema

- Tristeza frecuente o episodios de llanto

- Sentimientos de desesperanza

- Disminución de su interés en actividades, o dificultad para divertirse en las que eran sus favoritas

- Aburrimiento persistente

- Falta de energía o cansancio

- Aislamiento social o falta de comunicación

- Autoestima baja o sensación de culpa o responsabilidad

- Sensibilidad extrema al rechazo o poca resistencia ante los fallos o errores

- Quejas frecuentes sobre problemas físicos (como dolores de cabeza, o de estómago, mareos, naúseas)

- Ausencias frecuentes de colegio, o disminución del rendimiento escolar

- Problemas de concentración

- Un cambio importante en los hábitos alimentarios o del sueño

- Conversaciones sobre intención de escaparse de casa

- Pensamientos o expresiones sobre la muerte o intención de suicidarse activa o pasivamente

Comentarios