Cosas de las listas

Cosas de las listas

No tiene mayor trascendencia, o no debería tenerla, porque lo importante son los partidos y sus políticas. Eso dicen. Pero lo cierto es que nos solemos fijar en los nombres de las listas. En los que están y, sobre todo en estas elecciones, en los que han desaparecido. Porque ya ven cómo se las gastan tipos (y tipas) que en muchos casos ni han estado en Lanzarote e incluso tendrían serias dificultades para señalar correctamente en el mapa cuál de las ocho islas somos y, sin embargo, le mandan a la guillotina con una habilidad pasmosa para hacer rodar cabezas de candidatos y candidatas. Le ocurrió a Benjamín Perdomo en Ciudadanos. Le pasó lo mismo a Dácil Garcias en el PP y, aunque no ha sido una cuestión tan mediática, la historia se ha repetido con Myriam Barros en Podemos (Unidas Podemos). En este caso, sin embargo, no ha sido fulminada sino “sólo” relegada a primera suplente de la lista. Cuentan que el partido le tiene reservada otra responsabilidad pero, visto lo visto, cualquiera se fía.

Tercera en liza

Myriam Barros disputó las primarias de Podemos para la lista al Congreso de los Diputados. Y fue la tercera más votada. En frase y media lo anunciaba la propia organización, en nota de prensa, el 22 de diciembre del pasado año: “Por la provincia de Las Palmas, los representantes de Podemos Canarias serán Meri Pita (52,01 por ciento), Carmen Valido y Miriam Barros”. Bueno, pues no. Las tijeras de podar candidatos también han pasado por la casa podemita. Previa imposición, como en el PP. En el caso de los morados es Vicky Rosell  quien finalmente encabeza la lista, con Meri Pita de número dos… ¿y Myriam de tres? No, ya hemos dicho antes que va de primera suplente. Que es como no ir. Justamente ayer nos apuntaban que igual a la mujer que saltó a la fama mediática por ser la presidenta de Las Kellys, como se conoce a las camareras de piso, le tienen reservado un puesto relevante en la lista al Parlamento de Canarias. Ya les contaremos.

Casado en la isla

La visita del candidato del PP a la presidencia del Gobierno de España, Pablo Casado, dejó una fotografía para el recuerdo. Retrato provocado igualmente por las imposiciones desde Madrid. En primera fila, escuchando la casadina, la lideresa insular del PP, Ástrid Pérez, y a su lado, el enchufado en las listas al Congreso de los Diputados, Francisco Cabrera (al que últimamente le ha dado por ir con las mangas de la chaqueta del terno arremangadas). Todo el mundo sabe que no se pueden ni ver, pero el objetivo común les obliga a las apariencias. Eso y que son, los dos, personas educadas, naturalmente. Pero hubo más. En esa primera fila también estaba el candidato al Senado, cuyo talante descubrió medio partido cuando lo de la lista al Ayuntamiento de Arrecife. El otro medio ya lo conocía. Ocupó localidad entre el presidente del PP canario, el vasco-palmero Asier Antona, y el paciente alcalde de Tías, Pancho Hernández quien, por cierto, fue uno de los que tuvo que aguantar la ira del frustrado candidato a alcalde de Arrecife en una tarde noche de triste recuerdo en el PP conejero.