Conductores

Conductores

Un taxista de Tías está en estado crítico tras entrar en parada cardiorrespiratoria al chocar frontalmente contra otro vehículo cuyo conductor ha dado positivo en drogas y alcohol. Una bomba al volante. ¿En cuántos lugares ha pasado que un tipo hasta arriba de alcohol y drogas se pone al volante de su coche. De camino hacia donde sea, se cruza con otro coche. Invade el carril contrario y mata al que viene de frente?. Igual al copiloto también. ¿Cuántas veces hemos oído noticias similares? El cocktail formado por el exceso de alcohol, el consumo de drogas y la posterior conducción, rara vez acaba bien. De hecho, es una invitación al suicidio solo que, más veces de las debidas, acaba convirtiéndose en homicidios involuntarios. Porque el verdadero temor a un conductor hasta el culo de drogas y alcohol no es que se mate él, sino que se lleve alguien por delante. El accidente de Playa Blanca todavía no es seguro que no tenga consecuencias irremediables. Ojalá el taxista escape, pero de momento ha truncado por un tiempo largo el modo de vida de un trabajador inocente.

Telegram

Telegram es un servicio de mensajería similar a Whatsapp. Fue la respuesta rusa a este. Dicen que es más seguro y tiene alguna variante que le confiere un punto de mayor interés. Por ejemplo: permite grupos de capacidad ilimitada de gente con intereses comunes. En Lanzarote hay grupos en Telegram que advierten dónde se pone la Guardia Civil a colocar radares o hacer controles presenciales de alcohol y drogas. No es raro que a las tantas de la madrugada suene el avisador del grupo bien advirtiendo de dónde está la Guardia Civil, bien alguien que pregunta si entre dos puntos hay algún control. Los dos puntos son el lugar donde se ha emborrachado o drogado y a donde va a dormir la mona. Cuando alguien señala dónde hay controles, está advirtiendo al borracho y al drogado: “Oye, búscate una ruta alternativa, que aquí te puede trincar la Guardia Civil, si tienes que matar a alguien que sea en otra carretera”.

Velocidad

Se supone que los creadores de estos grupos lo que inicialmente buscaban es librarse de la multa por exceso de velocidad. No en salvar al potencial homicida o condenar a muerte a un inocente. Sin embargo, es complicado que cumpla una función sí y la otra no. Lo mismo te advierte y reduces la velocidad, que cambias de ruta y te cargas a uno que pasaba por allí. Hace un tiempo se activó una campaña en televisión para advertir que si picas las luces al que viene de frente advirtiéndole de un control, de repente estás evitando que trinquen al autor de un delito, por quien se montó ese control. No estaría de más que también concienciaran que la presencia de estos grupos, con centenares de personas preguntando dónde está la Guardia Civil, pueden dar vía libre a que alguien ciego de alcohol y drogas mate a un inocente. O a más de uno.