Con/contra Arrecife

El argumentario político centrado en la demolición, el ataque desmesurado y exagerado, la magnificación de los errores y la descalificación sistemática rallando en el insulto han desaparecido de la vida pública en Arrecife. Una vez se cerraron los pactos tras las elecciones municipales, las organizaciones empresariales han regresado a sus tareas habituales —particularmente, la Cámara de Comercio—, el Partido Popular cogobierna y es suya la Alcaldía, el PSOE cogobierna con perfil necesariamente bajo, la ex alcaldesa Eva de Anta no forma parte de la Corporación allanando caminos, y los medios que arengaban la voladura son ahora comedidos en sus críticas. Arrecife parece otra, y nada ha cambiado en realidad, más allá del liderazgo político en el Consistorio, y los que ayer estaban contra Arrecife están hoy con la ciudad. Algunos lo llaman política, pero la realidad es que salirse del tiesto no es objetivamente bueno.
 
Ha aflojado la presión contra Arrecife. ¡Y de qué manera! De un día para otro, de la noche del 26M a la madrugada del día siguiente, la ciudad abandonó el caos para encaminarse hacia un esperanzador futuro, más o menos, y la mentira, la exageración y la manipulación han dejado de campar a sus anchas en los análisis políticos. Pero de todos es sabido, primero, que Arrecife estaba y está mal y que vamos a tardar un par de lustros en arreglarla, y, segundo, que la desmesura en la crítica y la descalificación sistemática destrozan la convivencia e impiden aunar fuerzas para centrarse en el progreso. La estrategia de la crispación ha sido desterrada de Arrecife por quienes la pusieron en práctica, ahora que han alcanzado el poder municipal, porque era ese el objetivo, y no parecen muy interesados en intentarlo con el Cabildo, al menos en apariencia. Razones de peso hay para ello. 
 
Abandonada la estrategia de la crispación, en los últimos meses se ha pasado del contra Arrecife al con Arrecife y el aire político vuelve a ser respirable en toda la isla. Menos en la sede de Coalición Canaria.

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