Casi 500 parados más

Lanzarote y La Graciosa han cerrado el año pasado por encima de la barrera de los once mil parados. Mala noticia, ya que en 2018 se consiguió bajar de esa cifra tras varios años de caída del desempleo. Parece que la economía se ha enfriado después varios ejercicios de bonanza gracias al fuerte tirón de la demanda turística, con varios años seguidos batiendo récords. El pasado concluyó con 11.339 desempleados frente a los 10.879, del año anterior, lo que supone 460 parados más (+4,2%). También se registraron 3.500 contratos menos (68.300 frente a 71.800), de los que la mitad se firmaron en el sector de la hotelería. De todos esos contratos, la mayoría benefició a personas con estudios secundarios y más de diez mil fueron rubricados por jóvenes de entre 25 y 29 años de edad.
 
En 2012 se registró la mayor tasa de paro en la historia de la isla, con 17.251 personas y, desde entonces, ha ido cayendo año tras año, aunque con tendencia a ralentizarse. Hasta que se quebró de nuevo en 2019, dejando entrever ciertos aspectos de corte estructural. Por ejemplo, es significativo que un alto porcentaje sólo ha realizado estudios primarios, Arrecife es el municipio más castigado por el paro aunque contabiliza menos del 40% de la población insular, por franjas de edad la falta de empleo castiga más a las personas entre 45 y 54 años, y por sexos más a las mujeres que a los hombres. Hay que admitirlo: la economía insular no es capaz de generar empleo para todos, ni aún en el supuesto de que metamos con calzador ocho millones de turistas anuales. Mal asunto.

Comentarios