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Casa Mayor Guerra, un BIC en busca de su destino

Bodas, bautizos, comuniones, selección para galas musicales, encuentros políticos… En sus instalaciones se permite la celebración de eventos privados.

Casa Mayor Guerra, un BIC en busca de su destino

Junto a la iglesia parroquial y sus bienes muebles, la Casa Mayor Guerra es el único Bien de Interés Cultural (BIC) del municipio San Bartolomé, ambos con la categoría de Monumento. Son dos de los 21 que hay en Lanzarote. Así como algunos BIC desempeñan una función cultural, éste en cambio se encuentra en expectativa de destino. De momento, acoge eventos privados, previa autorización por parte de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de San Bartolomé.
 
Bodas, bautizos, comuniones, selección para galas musicales, encuentros políticos… La Casa Mayor Guerra probablemente anhela ofrecer contenidos culturales sustentados en la palanca del turismo, pero, hasta entonces, en sus instalaciones se permite la celebración de eventos privados bajo determinadas condiciones.  Sólo puede utilizarse el patio central, la barra central y una zona anexa; la rampa de acceso será la única entrada y salida al inmueble; y, por último, los usuarios deben entregar las instalaciones completamente limpias. El aforo máximo establecido es de 99 personas. 
 
Este edificio está protegido con la categoría de Monumento
 
La Casa Mayor Guerra es una vivienda señorial con empaque. Fue erigida en la segunda mitad el siglo XVIII y se encuentra emplazada en una suave ladera a las afueras de San Bartolomé por el poniente. Su promotor fue Francisco Tomás Guerra Clavijo, el Mayor Guerra, un militar muy influyente en la política y la economía de la época. “Lo de Mayor, nombrando a don Francisco T. Guerra Clavijo, quiere decir en los Estados Unidos de América e Inglaterra, comandante. Y él lo era de las milicias en Lanzarote. O de armas”, ha escrito Facundo Perdomo Rodríguez, Cronista Oficial de San Bartolomé.
 
El Mayor Guerra dotó su vivienda con un amplio patio con galería cubierta sobre pilares de madera. En una de las fachadas laterales se abre un arco de piedra que daba paso a un enorme balcón recubierto de celosías. Aprovechando la pendiente del terreno, se dispusieron varios aljibes para captar el agua de lluvia y así paliar los efectos de las continuas sequías. Este edificio está protegido con la categoría de Monumento. Esta calificación se reserva a aquellas realizaciones arquitectónicas o de ingeniería u obras singulares de escultura, siempre que sobresalgan por su valor arquitectónico, técnico, histórico, artístico, científico o social.
 
Con el paso de los años, esta casona se ha visto despojada de alcogidas, aljibes, cuadras o graneros “que desvelarían algunas de sus funciones y utilidades económicas”. Recientemente restaurado, en el inmueble se aprecia su planta cuadrangular y los techos con cubiertas a dos aguas. Su arquitectura revela influencias portuguesas y moriscas en su singular chimenea y en la coloración y ornamentación de las fachadas.

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