Ayuntamiento paralelo y otras lindezas

Ayuntamiento paralelo y otras lindezas

El "enchufamiento", no se me ocurre  una forma más grotesca para denominarlo, de Jacobo y Rafael Juan, los ex-concejales rajados del Ayuntamiento de Arrecife, como consejeros del Cabildo, justificado por ser personas con experiencia, me parece la respuesta propia de quien se ha hecho un "veintiochodediciembre" en toda regla.
 
Que Pedro San Ginés lleve de apellido al santo patrono de Arrecife debe servir para librarse del justo castigo divino al que se anda postulando por asumir como veraces las patrañas que no se cree, y que debe de haberle sugerido su recién estrenado asesor, Jacobo, paradójicamente, ex-edil ahora contratado por su profundo conocimiento de la gestión -tomo aire para seguir- municipal que fue incapaz de gestionar nada. ¿Ustedes lo entienden? Yo tampoco.
 
Atribuir una supuesta experiencia a estos, o hacerlo a Ascensión Toledo, para justificar que desempeñarán una eficaz gestión en las responsabilidades derivadas de aplicar un "cintocincuentaycinco" a Eva de Anta para hacer lo que no quisieron hacer, o no les dio la gana hacer, no resulta ni justificable ni estético. La política, y aviso de lo figurado de la siguiente afirmación para no quedar en entredicho como Carlos Meca con su viñeta, crea, supuestamente, dos extraños compañeros de cama en Astrid y Pedro San Ginés, a los que la edad y la experiencia debiera adornarlos de algo de mesura, de servicio ciudadano y de crédito político.
Madames y chulos se han adueñado de la digna plaza pública que habitamos
Funcionar, supuestamente, como filibusteros parece la fórmula de permanecer en cargos públicos, y desde arriba nadie va afearles la conducta a aquellos. Porque Asier Antona pasa de controlar las ventoleras de la muy curtida presidenta del PP insular, acaso por un puñado de votos; porque los afiliados del PP deben haber perdido la cabeza por no dimitir en bloque ante tanta sinvergonzonería. En los del otro lado, en CC, porque no hay ejemplo de buen gobierno viendo los gestos del señor Clavijo con los recursos públicos y el compadreo que se trae a cuenta del artista Pepe Dámaso, al que ha decido honrar como pintor de la corte con un despliegue de dinero de las arcas públicas que  para sí lo quisiera la sanidad canaria, la educación canaria, la cultura canaria o el abandonado patrimonio canario. Todo para Pepe Dámaso.
 
Si ahí la desvergüenza de todos, tanto del que la hace como del resto de partidos que no ve, es la marca de la casa, pues para abajo esto es lo más parecido, supuestamente, a un decrépito burdel donde las madames y los chulos se han adueñado de la digna plaza pública que habitamos.
 
¿Hay salida a tanta golfería? Al fondo, como un lamento, parece escucharse: con estooos noooo... con ninguno de estoooos...

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