Arrecife en Vivo, ¿el negocio del siglo?

Arrecife en Vivo, ¿el negocio del siglo?

Soy un sufrido empresario de la restauración de Arrecife. Durante años he ido capeando el temporal económico de la mejor manera posible. Con más o menos acierto y mucho esfuerzo consigo llegar a final de mes, pago a proveedores, a empleados, cumplo con Hacienda y me retrato todos los años con los impuestos que me cobran desde el Ayuntamiento: IBI, basura, ocupación de vía por la terraza… Siempre hay algún contratiempo pero quiero y deseo seguir manteniendo el negocio familiar que tanto nos ha costado tener.
 
Pero hay momentos en que dan ganas de trancar la puerta y mandarte a mudar. El jueves por la mañana y tras comprobar cómo en la zona del reducto muchos operarios de una empresa de eventos montaban un escenario, me dije: “Vaya parece que vamos a tener algo de actividad y se puede animar la cosa”. Mi gozo en un pozo, cuando navegando por diarios locales descubrí que era el Arrecife en Vivo… Los tripúos, los del todo incluido, se han inventado una nueva fecha y hacen concierto como siempre.
 
El Ayuntamiento les paga la infraestructura y el sonido, la limpieza, los planes de seguridad, la seguridad privada y la Policía Local está atenta, se los da todo. También parece que ellos gestionan la publicidad y el Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento de Arrecife apoquinan y les pagan una subvención muy suculenta de no sé cuantos miles de euros… Pero, claro con eso no les da y además ponen barras de quita y pon para vender alcohol de graduación y cervezas lo tienen todo controlado como un ejército perfectamente sincronizado en un par de horas está todo montado.
 
Lo ideal sería el liderazgo de la alcaldesa y el diálogo con los empresarios de la zona
Los locales de restauración también colaboramos, hay que decirlo todo, manteniendo los baños abiertos, porque los que ponen ellos están apestando. Nuestra colaboración consiste que vengan a mear a nuestros locales muy cercanos paradójicamente del escenario y de la zona donde está el público. Es obsceno y grosero  comprobar cómo en zonas donde hay más que
garantizado la parte de restaurantes, bares, cafeterías, bazares…. el propio Ayuntamiento permita a los tripúos que se pongan las botas, la institución mira para otro lado al día siguiente se congratula del éxito de una convocatoria con música gratuita.
 
Sinceramente no sé cómo consiguen ocupar la vía pública, sin que salga el espacio a concurso y haya libre concurrencia; cómo consiguen que los peatones, como es el caso de hoy, tengan que jugarse la vida en una Avenida donde la barra de marras les obliga a ir por un carril bici; cómo el Ayuntamiento les da autorización para hacer eso cuando a mí, por sacar un grifo de cervezas para eventos, sobre la marcha me mandan a la autoridad…
 
Bueno, ¡sí lo sé! Lo hacen porque tienen información privilegiada y seguro que registran un escritito de última hora y se cogen a ese rollo del “silencio administrativo”. Lo ideal sería el liderazgo de la alcaldesa y el diálogo con los empresarios de la zona invitándonos a prepararnos para la cita, contrataríamos personal, igualaríamos los precios y sacaríamos barras efímeras para desarrollar la actividad, además abriríamos gustosos los baños para que fueran usados, pero no los tripúos no sé qué poder tienen. ¿No es obligatorio por ley sacar a concurso una actividad en la vía pública? 
 
Estos no me quita las ganas de seguir trabajando y aquí seguiremos aguantando porque no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Sólo espero que tengan respeto por la figura de César Manrique y la zona, en las semanas venideras, no se convierta en una fiesta de alcohol, vomitonas y meadas. Como diría César eso sería una “chapucería”.

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