PATRIMONIO

Antigua Librería Lasso, otra casa en busca del esplendor perdido

Entre los elementos destacables del inmueble sobresalen la tipología, la volumetría y las carpinterías de madera de la segunda planta.
Antigua Librería Lasso, otra casa en busca del esplendor perdido

Antigua Libería Lasso, calle Fajardo número 2, dos plantas, 387 metros cuadrados de superficie, cubierta plana y estado de conservación regular. Esta es la escueta ficha de un inmueble protegido de Arrecife que aspira a reencontrarse con su esplendor perdido. El edificio se encuentra inserto en una manzana irregular con forma de ‘U’ que se configura a principios del siglo XIX entre las calles León y Castillo y Fajardo. Su actual propietaria, la notaria Carmen Martínez Socías, ha emprendido la recuperación de esta edificación.
 
Hace pocas semanas se acometió una tarea de saneamiento de la fachada principal
Los edificios que siguen en pie y que están protegidos por el Catálogo Municipal de Arrecife son muy pocos. Otros fueron demolidos en las últimas décadas cuando la ciudad emprendió una loca carrera hacia la modernización mal entendida, razón por la cual carece de un casco histórico representativo. Entre las casas que se conservan, muy pocas se encuentran en perfecto estado de revista debido a que sus dueños suelen otorgarle mucho mayor valor como solar. Para muchos, sólo son casas viejas y sin interés alguno.
 
Hace pocas semanas se acometió una tarea de saneamiento de la fachada principal de la antigua Librería Lasso, paso previo a su rehabilitación. El Servicio de Patrimonio del Cabildo Insular dio el visto bueno al proyecto de recuperación encargado por la propiedad y corresponde ahora al Ayuntamiento de Arrecife otorgar las preceptivas licencias urbanísticas. El proyecto de rehabilitación deberá ajustarse a las determinaciones establecidas en el Catálogo Municipal para esta casa.
 
Entre los elementos discordantes se encontraba el volado de hormigón, ya desaparecido
Este inmueble ofrece su fachada principal a la calle Fajardo, que fue el arranque del antiguo camino a San Bartolomé en la convergencia de esta calle con Manolo Millares (antes José Antonio) y la calle Porlier y Sopranis (antigua Alférez Cabrera Tavío). Se trata de un enclave singular dentro de la trama urbana del siglo XIX. El interior se consolidó como vía de servicio, la calle Colegio, cuya sección la cierran los frontis traseros de las parcelas que disponen sus fachadas principales a la calle Real o a la calle Fajardo. 
 
La parcela donde se ubica este inmueble tiene traza en ‘L’ irregular y ocupa parte de la superficie que tapona la calle Colegio, vía a donde da la fachada trasera. El inmueble presenta una primera crujía alargada en el sentido la calle. Entre los elementos destacables sobresalen la tipología, la volumetría y las carpinterías de madera de la segunda planta. Entre los elementos discordantes se encontraba el volado de hormigón, ya desaparecido. El proyecto de rehabilitación permitirá muy probablemente la remonta interior. Ojalá cunda el ejemplo y se rehabiliten otras valiosas construcciones antiguas.

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