Adiós Triple Paridad

Lo veníamos advirtiendo desde este Top Secret: mejor vamos negociando un “algo” que garantice un mínimo de inversiones anuales que no dependan de eso que se ha dado en llamar Triple Paridad, porque estaba herida de muerte. Y ayer, en el Parlamento de Canarias, comenzaron a desconectar los cables que le mantienen en lenta agonía. Con los votos favorables de PSOE, PP, Nueva Canarias y Podemos , se aprobó el dictamen de la Comisión de Estudio sobre la Reforma del Sistema Electoral canario, dejando solos a Coalición Canaria y los insularistas gomeros. El dictamen propone rebajar los topes electorales para acceder al Parlamento, que pasarían del 30% de la actualidad al 15%, y del 6% al 4% en el caso de computarse los regionales. Otorga un diputado más a la isla de Fuerteventura y crea una lista regional de otros nueve escaños. En total, el futuro Parlamento será de 70 representantes. Para entendernos, Lanzarote aportará los ocho de ahora más lo que salgan electos de esa lista de 9 que estará conformada por los candidatos que decida cada partido político de entre todas las islas. Si todos los partidos deciden que los 9 deben ser de Lanzarote, nuestra isla tendría 17 parlamentarios. Y si, por el contrario, no incluyen a ninguno de aquí, tendríamos los 8 actuales. Será divertido ver el peso específico de Lanzarote en cada formación política. Hagamos apuestas a ver si va alguien entre el 1 y el 4. Nos tememos que no. Se supone que, por elegancia, irá uno de cada isla. Son siete (ocho, si alguien respeta a La Graciosa). Y el noveno, a pies.

 

Si acaso escuchan ustedes algún lamento sobre la pérdida de la Triple Paridad, no se dejen engañar. Todos los partidos políticos, de un modo u otro, pensaban reventarla. Unos, los más, con lo dicho más arriba; otros, como Coalición Canaria sumando tres a los 60 actuales, añadiendo uno a Fuerteventura, otro a Gran Canaria y otro más a Tenerife. ¡Pum! Dinamitada. ¿Hemos activado algún Plan B para que Lanzarote no se vea perjudicada como temen todos aquellos que siguen bramando que la Triple Paridad ha sido, y es, nuestro particular Becerro de Oro? La respuesta es no. Que nuestra isla no se viera discriminada por las políticas del Gobierno ha dependido, desde la creación de esa medida, del factor humano. De ocho personas, sumadas a las siete de Fuerteventura y, a su vez, añadidas a las 15 de la isla donde está la capital de la provincia. Hagamos un par de preguntas, ¿han visto ustedes a los ocho parlamentarios de Lanzarote actuar alguna vez como un solo hombre (o mujer)? La respuesta es no. ¿Lanzarote tiene el desarrollo que debería tener por su peso económico en el conjunto del Archipiélago, volumen poblacional y número de turistas? La respuesta sigue siendo, obviamente, no. ¿Entonces? ¿Qué cuento es ese de la Triple Paridad? El factor humano que debía defenderla no lo ha hecho. Por múltiples razones. La principal es que sus propios partidos, más su ambición personal, les inutilizan para defender “lo nuestro” desde el minuto uno de cada legislatura.

 

¿De qué manera se neutraliza a los parlamentarios de Lanzarote? ¿Cómo se les elimina cualquier tentación que se les pase por la cabeza de activar la Triple Paridad? Muy fácilmente: les nombran cargo público del Gobierno, los designan miembros de la Mesa del Parlamento o les dan responsabilidades de grupo parlamentario. Y se acabó. Factor humano a tomar viento. Frente a eso, ya lo dijimos una vez, cabe sólo dejar escrito en tinta imborrable por cualquiera, unos mínimos garantizados para cada isla. Supongamos que tras echar cuentas, a Lanzarote le corresponde un mínimo de 60 millones de euros anuales. Más un 'X' por ciento por la doble insularidad. Pues eso es lo que se ingresaría en las arcas de nuestro gobierno insular cada uno de enero. Y si resulta que en marzo Europa da a canarias 100 millones extras para infraestructuras, pues se aplica la fórmula de la 'nueva Triple Paridad' y más pasta. Y si Madrid se pone generoso en junio y manda tres valijas con billetes para acá, pues la parte proporcional para Lanzarote y lo demás que se lo gasten en lo que quieran. Y para lo que reste fuera de todo esto, la política y los políticos. A negociar, aunque sea tan mal como ahora. La diferencia es que la Triple Paridad del siglo XXI ya nos habrá salvado el culo. Con las cuentas, no con los cuentistas.