Top Secret, 24 de abril de 2020

101

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César Manrique hubiera cumplido hoy 101 años. Y la Fundación que él creó remataría la serie de actos organizados con motivo de la efeméride y desarrollados con indiscutible brillantez desde hace justo un año. De seguir entre nosotros César no se cansaría de arengarnos para que no cayéramos en el desánimo. Fue un ser vitalista y luminoso como pocos. Contagiaba su energía y no dejaba ningún resquicio al abatimiento. Ni aún atravesando complicados momentos, que se los hicieron atravesar, se venía abajo. Por ello su compañía y su discurso nos vendría muy bien en estos días. En realidad, nos vendrían bien siempre, pero más en tiempos de riesgo de colapso general, anímico y de modelo económico. Hace pocas fechas, el Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera emitía un comunicado reflexionando acerca de la crisis sanitaria que nos afecta de lleno. Un mensaje claro y nada dado a interpretaciones. El órgano asesor “estima muy conveniente recuperar la visión estratégica e innovadora planteada por César Manrique y Pepín Ramírez para la isla, que se mostraba a contracorriente del turismo masivo de sol y playa, hoy en regresión”.

Gabinete

El Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera está formado por auténticas eminencias, cada uno en su campo. Son miembros Emma Pérez Chacón, Antonio González Viéitez, José Manuel Naredo, José Antonio Martín Pallín, Lázaro Sánchez Pinto y José Luis Rivero Ceballos. Están convencidos de que “el virus ha mostrado la extrema vulnerabilidad de la economía insular, excesivamente volcada en el sector turístico. La reacción social e institucional, y la crisis económica resultante, abren un periodo en el que el sector aéreo-turístico se contraerá”. Así que concluyen en que es necesario impulsar el cambio hacia un modelo socio-económico “más en sintonía con el patrimonio natural y cultural de la isla y, por ende, más humano y menos expuesto a riesgos”. Un modelo que fije como prioridades “los derechos laborales y la calidad de la vida de la población, el uso sostenible de los recursos naturales y del paisaje, y la inversión para transformar la economía y la cultura hacia los recursos propios, la cooperación y la defensa del interés general”.

2013

El discurso no es nuevo. Ya en 2013, en plena Gran Recesión y con motivo del 20 aniversario de la Reserva, plasmaron reflexiones muy similares, sino idénticas, a las que dejaron escrito este mes de abril. Advirtieron entonces sobre la necesidad de que la isla adquiera mayor poder y marque, “sin interferencias del exterior”, sus límites y ritmos. “Que pueda elegir el modelo de desarrollo, reforzando su identidad y voluntad de intervenir en su futuro”.  Y ponían como ejemplo un debate enterrado ahora: ¿por qué no una autoridad portuaria propia? El Gabinete advertía que “la solución (a la crisis de entonces) no está en volver a repetir el ciclo del cemento”. Y que se hace necesario “aprovechar e intervenir sobre los muchos recursos desaprovechados”. Y, entre otras cosas, algo que nos parece fundamental: “fomentar en la sociedad el sentimiento de pertenencia a la isla. Confiar más en quiénes somos, dónde estamos y qué podemos hacer juntos”. Puro Manrique.

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