Top Secret, 25 de septiembre de 2020

Árboles

Árboles

En muchas ciudades no sólo no se maltrata al árbol si no que, por el contrario, se le pone en valor presentándolo a la ciudadanía como lo que es: una especie viva. En otras, lamentablemente muy cercanas a cada uno de los que leen esto, se talan sin ningún tipo de pudor y ni se les echa de menos en lugares donde clama al cielo que debería haber. La fotografía que acompaña este texto está tomada en la Avenida Diagonal de Barcelona, la principal arteria por la que se accede a la capital catalana. Miles y miles de coches pasan diariamente por allí. Es cierto que cada vez menos. Quien viaje a la Ciudad Condal se da cuenta como cada vez más las bicicletas, y los patinetes eléctricos, están tomando el espacio reservado al automóvil. Y cantidades ingentes de motos también. Eléctricas, en muchos casos. Pues bien, como se aprecia en la imagen, a pie de ese árbol de gran porte figura su documento de identidad. La especie a la que pertenece, de donde es originario e incluso cuántos ejemplares hay en la urbe. Y con el consiguiente código QR para ampliar información aquél que lo precise

Respeto

Es un modo de respetar al arbolado urbano y, de paso, a nosotros mismos. Al contrario de este ejemplo, en otros lugares existe una cierta tendencia arboricida por parte de no pocos ayuntamientos que, con las excusas más peregrinas, no dudan en talar lo que les viene en gana. Frente a ello, y por fortuna, es verdad que cada vez la sociedad es más consciente del valor del arbolado urbano, como elementos que configuran el paisaje propio de nuestros pueblos y ciudades, ofreciendo espacios de esparcimiento y recreo para los vecinos y contribuyendo a crear un entorno más natural, amigable y a mejorar el ambiente urbano purificando el aire, produciendo oxígeno, capturando el CO2, manteniendo la humedad atmosférica, actuando como filtro de pequeñas partículas en suspensión, protegiendo las calles y avenidas de los vientos o grandes lluvias y regulando las temperaturas extremas, como se recoge oportunamente en la iniciativa de ley popular que se defiende en Canarias

Conservar

Porque, en efecto, se precisan de medidas urgentes que garanticen la conservación de nuestros ejemplares más valiosos y antiguos ante las agresivas actuaciones urbanas que muchas veces se producen, y asegurar con ello el fomento de los espacios arbolados en nuestros pueblos y ciudades. Tan dados que somos a importar usos y costumbres que poco o nada nos aportan como sociedad, no estaría de más que copiásemos los modelos de éxito que se aplican en otras ciudades. El respeto al arbolado urbano, a los parques y jardines que en muchas de ellas lucen que da gusto verlos, contrasta con tanto alcorque vacío o con los restos de lo que en su día fue un árbol, el maltrato a espacios comunes y otros atentados que suelen cometer aquellos que prefieren ver cómo crece el cemento a su alrededor.

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