Top Secret, 19 de marzo de 2019

¿De quién es Dalí?

Si hiciéramos una encuesta entre el pueblo catalán (o en toda España, que por lo visto a algunos les gusta opinar sobre lo catalán) y preguntáramos ¿de quién es Dalí? La respuesta sería obvia: Dalí es universal. Siga leyendo...

¿De quién es Dalí?

Si hiciéramos una encuesta entre el pueblo catalán (o en toda España, ya que, por lo visto, a algunos les gusta opinar sobre lo catalán) y preguntáramos ¿de quién es Dalí?, la respuesta sería obvia: Dalí es universal. El problema se nos plantea luego cuando queremos hacer algo utilizando el nombre, o la obra, de Dalí o pretendemos nombrarlo Hijo Adoptivo de Santa Catalina. Necesitamos a quién contarle nuestros planes para con Dalí. Y como es universal y en la guía (¿se acuerdan de las guías?) no nos viene nada concreto, recurrimos a Google, que suele ser infalible. Así que tecleamos “universal”.  Y la búsqueda nos devuelve, ¡en sólo 0’50 segundos!, nada menos que mil seiscientos setenta millones de referencias. Que digo yo que es una suerte que exista Google porque buscar eso a mano, en las Páginas Amarillas, nos hubiese llevado un buen rato. El caso es que por universal, de entrada, no nos viene ninguna oficina donde preguntar por Dalí. Una compañía discográfica, un diario de Venezuela (¡cómo está Venezuela!), un parque temático en Orlando, unos estudios cinematográficos, otro periódico (este de Colombia, que anda un pelín mejor que Venezuela), mil seiscientos millones y pico más de cosas con “universal” en las que, apostamos, en ninguna viene el contacto de Dalí. Y eso que nadie duda de que Dalí es universal.

Habrá que insistir

Como somos inasequibles al desaliento, y una foto homenajeando a Dalí es mucha foto, caemos en la cuenta de que será todo lo universal que quieran las encuestas, pero inició el viaje a la universalidad desde Cataluña. Así que allá que nos vamos. Cuesta un poco que te atienda alguien en la Generalitat, que de un tiempo a esta parte es un tanto caótica, con gente que entra y sale y vuelve a entrar. Y tampoco parecen estar muy por la labor. Salimos igual que entramos, si exceptuamos un lazo amarillo que alguien nos ha puesto en la solapa. No queda mal con el traje que hemos elegido. Nuestro próximo destino es Figueres. Se estrecha el cerco. Allí nació el genio del surrealismo un once de mayo de 1904. Y allí tiene su museo. Por cierto, no dejen de visitarlo si alguna vez se pierden por esa bella localidad catalana, capital del Alto Ampurdán. Acudimos al Ayuntamiento y preguntamos por Jordi Masquef, el joven abogado nacionalista que apenas lleva medio año de alcalde. Un tipo con buena planta, educado y preocupado por cómo mantener el gobierno en un consistorio de mayorías complicadas.

La Fundació

El caso es que Masquef tampoco nos resuelve la papeleta. Eso sí, nos da la clave. La clave y otro lacito amarillo que prendemos de la solapa desnuda. Debemos dirigirnos a la Fundació Gala-Dalí, sita en el propio Museo de Figueres, ya que, nos cuenta, es una entidad cultural privada que tiene como misión, tal como recogen sus estatutos, promocionar, fomentar, divulgar, prestigiar, proteger y defender, en el territorio del Estado español y en el de cualquier otro estado, la obra artística, cultural e intelectual del pintor. Y nos dice que tenemos que preguntar bien por el presidente, bien por el director de la susodicha Fundación. Nos explica que la Fundació Gala-Dalí fue creada el 23 de diciembre de 1983 en el Castillo de Púbol por voluntad expresa de Salvador Dalí i Doménech. Añade que, desde el comienzo, Salvador Dalí la presidió y dirigió directamente y que, tras su muerte, fue gestionada por personas de su total confianza con los objetivos claramente definidos en vida del artista. Ya sabemos a quién dirigirnos, así que le estrechamos la mano, y le damos las gracias, con la satisfacción del que sale menos ignorante de lo que ha entrado.

Comentarios