Donar médula ósea, un proceso sin riesgo y un gesto que salva vidas
Los trasplantes de médula ósea se vienen realizando en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín desde enero de 2018
¿Tienes un rato libre? ¿Dispones de un par de horas? Pues considera hacerte donante de médula ósea. No es nada complicado; basta con estar en perfecto estado de salud y tener conciencia de la importancia de ser voluntario o voluntaria de esta causa para ayudar a millones de personas que necesitan ser trasplantadas en todo el mundo, lo que les permitiría tener una esperanza de vida. No hay gesto mejor para conmemorar el Día Europeo del Donante de Médula Ósea.
‘Siempre fuerte’, la historia de Pablo Ráez
La donación de células madre no representa ningún riesgo para el donante ya que, por lo general, en poco tiempo el organismo se encarga de producir más células. Para la extracción de la médula ósea de la persona donante, es necesario realizar una serie punciones en las llamadas crestas ilíacas ubicadas en el hueso posterior de la cadera. Para ello se administra anestesia general y se realiza la extracción que dura de dos a tres horas. Mientras tanto, la persona recibirá una transfusión que permita recuperar el volumen de sangre, un procedimiento este se lleva a cabo utilizando la sangre del mismo donante a quien se le extrae unos días antes de la donación.
‘Siempre fuerte’ narra la historia de Pablo Ráez, que se extendió por las redes sociales en agosto de 2016, tras hacerse viral su lucha contra la leucemia y su reto de llegar al millón de donantes de médula. Un vídeo con su petición superó el millón de visitas. El joven deportista marbellí consiguió aumentar las donaciones de médula ósea gracias a su campaña en las redes sociales, contagiando con su optimismo y energía a medio país con su lema: ‘Siempre fuerte’. Tristemente, falleció a los pocos meses tras rechazar su cuerpo un segundo trasplante. Miles de niños y niñas necesitan donantes en España.
Trasplantes en el Hospital Dr. Negrín
Cada 27 de septiembre se celebra el Día Europeo del Donante de Médula Ósea. Esta jornada tiene como objetivo concienciar, promover e impulsar la donación de médula en todo el mundo, y así ayudar a todas las personas que padecen distintas enfermedades. La médula ósea es un tejido vital para la vida. Está ubicado en los huesos, donde se producen las plaquetas, los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. Compuesta de muchos vasos sanguíneos, presenta dos coloraciones, un de ellas de color rojo que son las llamadas células madre.
Los trasplantes de médula ósea se vienen realizando en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín desde enero de 2018. Se evita así que los pacientes canarios se vean obligados a trasladarse a la Península para ser atendidos. La donación consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante, y en nuestro país es voluntaria y altruista. Se rige por el principio de solidaridad internacional, por lo que cualquier persona inscrita como donante de médula ósea está a disposición para donar células madre de la sangre a cualquier persona del mundo que lo necesite.
Para donar hay que estar en perfecto estado de salud
El trasplante de médula es la única esperanza para muchas personas afectadas de leucemia y otras enfermedades de la sangre que impiden la producción de células madre sanas. También pude ocurrir que la persona después de ser sometida a tratamientos invasivos como la radioterapia o la quimioterapia, pierda gran parte de este tejido debido a los efectos secundarios que producen los fármacos. Aunque lo recomendable es que el paciente reciba sus propias células madre, hay muchos casos en que esto no es posible, por lo que requiere que sean remplazadas por células sanas de la persona donante.
Para que una persona pueda ser donante de médula ósea es imprescindible que esté en perfecto estado de salud y que no presente patologías o enfermedades que pongan en riesgo la vida del paciente. Se requiere, por ejemplo, que no padezca trastornos como enfermedades autoinmunes, problemas de hipertensión arterial o infecciones; presentar antecedentes de enfermedades como trombosis o trastornos pulmonares; o padecer sobrepeso.
