LANZAROTE

Las cervezas artesanas lanzaroteñas se abren paso para sobrellevar el mes de agosto

Cervezas de Lanzarote. Foto Saborea Lanzarote

Las empresas cerveceras existentes en la isla ofrecen distintas variedades para satisfacer todos los gustos

Las cervezas artesanas lanzaroteñas cuentan con una sólida y amplia parroquia de fieles que se inclinan por el producto local, artesanal y fresquito, para sobrellevar los calores del mes de agosto y de los veranos cada vez más largos a cuenta del calentamiento global y el cambio climático. De hecho, las empresas cerveceras existentes en la isla se han consolidado y ofrecen distintas variedades para todos los gustos.

Como se sabe, hasta hace bien poco había dos tipos de naturales de las islas en los tenderetes: los bebedores de Tropical y los bebedores de Dorada. El llamado pleito insular había conseguido infiltrarse incluso hasta para pedir un botellín, pero, afortunadamente, pertenece al pasado el oligopolio de las dos marcas que, curiosamente, pertenecen a una misma compañía cervecera. Como en el resto de las islas, las cervezas de Lanzarote se han abierto paso por su carácter artesanal, su proximidad y porque las hay para todos los gustos.

Una de las bebidas fermentadas más antiguas

Malpeis, Los Aljibes y Nao son tres empresas existentes en la isla, cada una con distintas variedades. Las recordamos porque cada primer viernes del mes de agosto se conmemora el Día Internacional de la Cerveza, una tradición que tiene como origen un pequeño bar de California, en Estados Unidos, y que se ha extendido por todo el mundo. La cerveza es una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad y una de las más valoradas. Incluso hay quien la toma del tiempo y hasta calentita, pero por aquí la costumbre es tomarla bien fría.

El tórrido agosto se combate una vez más con cañas y botellines. En esto, lo humanos hemos cambiado muy poco, ya que los primeros indicios de la elaboración de cerveza datan de los sumerios, en la Baja Mesopotamia, en torno al año 4.000 antes de Cristo. La elaboraban a base de cebada. La cerveza está hecha fundamentalmente de agua y cereales, y su sabor depende en gran medida de la calidad del agua con la que se elabora.

En el antiguo Egipto cobraban parte del salario en cerveza

Para muchos aficionados y aficionadas a las cañas, una de las claves de una buena cerveza es que esté bien tirada. Todo un arte en el que el ritual para su consumo comienza en el recipiente donde se sirve, prosigue en la perfección de su espuma y alcanza su éxtasis con los primeros sorbos. España es el país europeo donde más cerveza sin alcohol se consume por motivos de salud, régimen alimenticio o por simple prevención cuando las personas tienen que conducir. Si se prefiere más floja hay quien pide una clara, un combinado de cerveza y gaseosa o limonada a partes iguales en volumen.

Los fabricantes de cerveza y las personas apasionadas no paran de glosar las virtudes de esta bebida. Que si aporta vitaminas y minerales, que si es buena para el colesterol, que si prolonga la vida, que si protege frente a enfermedades como el Alzheimer, que si es ideal para la recuperación de los deportistas después de un esfuerzo físico, que si ayuda a mejorar las relaciones sociales porque se suele consumir en compañía de amigos… Lo importante sí que es cuando, al parecer, los trabajadores de las pirámides en el antiguo Egipto cobraban parte de su salario en cerveza, o cuando los vikingos creían que tras la muerte les esperaría un paraíso con suministro eterno de cerveza.