Un fuerte biruje

El Gobierno de Canarias augura una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 12,7 al 19,2% durante este año en el Archipiélago como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Esta es la mala noticia. La buena nueva es que vaticina un rebote de la actividad del 14,3 al 16,3% para el año que viene. Augurios, vaticinios, pronósticos… Predecir casi nunca se le ha dado bien a la economía, una ciencia que la clava cuando interpreta el pasado, y no te creas, aunque en esto casi nadie falla, entre otros los numerosos y agoreros capitanes a posteriori surgidos últimamente y abonados al catastrofismo. 

 

Todo indica que la tasa de paro en la Islas rondará el 30% a finales de este año, que el coste de afrontar la crisis requiere más de 18.000 millones de euros sólo en este ejercicio y que la recuperación tardará unos tres años. Tampoco hay que ser una lumbrera para imaginar lo que podría ocurrirnos si los potenciales turistas procedentes del continente europeo se inclinaran mayoritariamente por no coger aviones para desplazarse a sus destinos vacacionales. A pesar de todo, el Gobierno de Canarias estima que la normalización turística se producirá en la primavera del año entrante. El biruje es la clave. Cuando más fuerte en Europa, mejor para nosotros.