LUGARES

Tao, El Fomento, San Andrés y una escuela centenaria

Fotos: VAP.

En torno a la Sociedad El Fomento ha girado la vida social y cultural del pueblo desde su constitución en octubre de 1933, y que tiene pinta de masónica.

Tao, El Fomento, San Andrés y una escuela centenaria

Tao es principio y fin de todo lo manifestado, presente en todas las religiones y filosofías trascendentales; de ahí su equiparación a la idea de camino o ley universal, un camino circular que parte y termina en un mismo punto: el Tao. Eso, para los orientales, porque aquí, en Lanzarote, es cuna de buena lucha canaria y mejor música tradicional. Las poco más de 500 almas que residen en el pueblo celebran este sábado el día de San Andrés; unos pocos con devoción religiosa, y los más celebrando al modo tradicional: con risas, fiestas y culto a la amistad y a la diversión.
 
Tao cuelga sobre los enarenados naturales y se asoma, por su parte este, sobre el llamado Jable de Tao, que no es sino una parte del cinturón de arenas voladoras que atraviesa la isla de norte a sur, desde Famara a Guasimeta. Agustín Pallarés Padilla nos recuerda que al apóstol San Andrés se le erigió una ermita y que el nombre Tao se tiene como indudable vocablo de los antiguos pobladores prehispánicos, los mahos. En Lanzarote se da algunas veces más y también se registra en una montaña de la isla de Fuerteventura, y parece ser que su significado era fortaleza o fortificación.
 
El Fomento bullía cada año con la celebración de las fiestas de San Andrés
En torno a la Sociedad El Fomento ha girado la vida social y cultural del pueblo desde su constitución en octubre de 1933. Con pinta de masónica por el nombre escogido y por el símbolo del apretón de manos que aparece en su logotipo, Paco Hernández Delgado señala no obstante que esta sociedad recogía en sus estatutos fundacionales sus fines y objetivos, que no eran otros que proporcionar a la masa social distracciones permitidas y juegos lícitos, financiándose con las cuotas de entrada y las mensualidades de los socios. Como tantas otras que surgieron por toda la geografía insular, los naturales de Tao crearon un lugar de encuentro.
 
El Fomento bullía cada año con la celebración de las fiestas de San Andrés. ¿Fervor cristiano? No lo parece, ya que, al poco de constituirse, la Sociedad se aprestó a solicitar permiso ante la autoridad para poder celebrar bailes coincidiendo con el comienzo de la guerra civil española. Lo primero es lo primero… Los festejos propiciaban el encuentro entre los vecinos del pueblo y sus familiares residentes en otros lugares, y pronto adquirieron tal fama que a los bailes acudían personas procedentes de todos los rincones de la isla. Eran unas verbenas muy celebradas, sí.
 
El otro punto fuerte de Tao durante décadas fue su centenaria escuela mixta
El otro punto fuerte de Tao durante décadas fue su centenaria escuela mixta, creada en marzo de 1919, hasta que de manera absurda fue segregada —los niños con los niños, las niñas con las niñas—, pocos años después de concluir la guerra civil. Fue el triunfo de la involución. Pero, siguiendo con la tónica de dotarse de lo necesario para el desarrollo de la vida, la vecindad hizo lo propio con la muerte y, en lugar de enterrar a los suyos en la Villa, hicieron una cuestación para terminar el cementerio, cuyas obras finalizaron en 1944, como así lo hace constar Manuel Aparicio Bonilla, seguramente en su calidad de alcalde pedáneo en la época.
 
De estirpe resistente son los naturales de este caserío, quienes, seguramente sin saber que el Tao oriental es principio y fin de todo lo manifestado, se resistieron a abandonar las aldeas de Tao y San Andrés, sepultadas por las erupciones volcánicas del siglo XVIII, procedieron a la reconstrucción de sus casas, reunificando el pueblo. La ermita, con techumbre mudéjar, data del primer cuarto del XVII y se erigió en parroquia en 1943, pero es imposible que pueda competir en impronta con el gran edificio de la localidad, el terrero de lucha, que pone de relieve el verdadero sentir de la población.

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