CRISIS SANITARIA

Protección Civil en Lanzarote, voluntarios en sus puestos ante el COVID-19

Es un servicio civil desinteresado que tiene como finalidad prever o reducir los daños y riesgos que afectan a la colectividad.

Protección Civil en Lanzarote, voluntarios en sus puestos ante el COVID-19

Varios automóviles de Protección Civil con su personal a bordo cerraban la caravana de sirenas y luces que emitían lo vehículos de emergencia que, hace un par de días, recorrió las principales calles de Arrecife rumbo al Hospital General Dr. José Molina Orosa, donde se rindió tributo al personal sanitario que combate el COVID-19. En efecto, ante esta emergencia, los efectivos de Protección Civil también están donde se les espera: en sus puestos y dispuestos a todo por cumplir con sus obligaciones. Es un servicio civil voluntario y desinteresado que tiene como finalidad prever o reducir los daños y riesgos que afectan a la colectividad.
En octubre pasado, el Gobierno de Canarias homologó los planes de emergencias municipales de Lanzarote
 
¿Quién podría predecir una catástrofe de semejantes proporciones? Sólo los novelistas del género de ciencia ficción. La crisis desatada por el COVID-19 está poniendo a prueba no sólo la solidez del sistema público de salud, sino la pasta de que están hechos los servidores públicos. Cada uno en su lugar y en su ámbito de responsabilidad, están desempañando tareas esenciales en una situación de emergencia inimaginable. En Lanzarote hay unos doscientos voluntarios repartidos en las agrupaciones de Protección Civil que existen en los siete municipios. 
 
En octubre pasado, la Comisión de Protección Civil y Atención de Emergencias en Canarias homologó los siete planes de emergencias municipales (PEMU) de Lanzarote, que contienen una previsión de los diversos riesgos que corre cada municipio. Por riesgo se entiende la combinación de la probabilidad de que se desencadene un determinado suceso natural o tecnológico. Al primer grupo corresponden los fenómenos naturales potencialmente peligrosos; al segundo grupo los originados por accidentes tecnológicos o industriales, fallos en infraestructuras o determinadas actividades humanas. 
El voluntariado de Protección Civil tiene más de 18 años y menos de 60
 
Desde que se desató la pandemia, es raro el día en que las y los voluntarios de Protección Civil no aparezcan en los servicios informativos desempeñando diversas tareas. Todas las personas que integran esta organización son mayores de 18 años y menores de 60, vecinos de cada municipio, que libre, responsable, comprometida y de forma totalmente gratuita, decide aportar su tiempo libre, conocimientos o experiencia profesional, para llevar a cabo una actividad en beneficio de la comunidad en tareas de prevención e intervención. Para ello, realizan obligatoriamente un curso de formación de una semana de duración.
 
La Protección Civil es un servicio público esencial para el ciudadano, a quien sitúa en el centro de su acción pública, para contribuir de manera efectiva a su seguridad. Si misión consiste en proteger a las personas y bienes, ofreciendo una respuesta adecuada ante los distintos tipos de emergencias y catástrofes, ya estén originadas por causas naturales, o derivadas de la acción humana, de manera  accidental o intencionada. La Escuela Nacional de Protección Civil está integrada en el Ministerio del Interior, y tiene por objeto dar respuesta a las necesidades de formación de los recursos humanos del Sistema Nacional de Protección Civil a fin de contribuir al mantenimiento y mejora de sus capacidades.

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