Pardelas de plástico

Los plásticos inundan las costas canarias y muchos acaban en los estómagos de los peces y, de ahí, pasan a los de las aves marinas, así que antes o después los humanos acabaremos puestos hasta arriba de plásticos. Al tiempo. El Gobierno de Canarias ha alertado de la grave amenaza que supone la contaminación por plásticos para las aves marinas de las Islas, ya que casi todas ellas consumen plástico que confunden con alimento debido a los colores llamativos que desprenden y a la asociación de estos materiales con el olor al alimento.
 
Los plásticos desechados indebidamente en la naturaleza pueden llegar al mar por la acción del viento, lluvia o tormentas y ser ingeridos por las aves marinas, lo que supone una grave amenaza para ellas al convertirse en microplásticos. La pardela cenicienta es el ave marina más amenazada de todo el Archipiélago por la contaminación de plástico, al extremo de que el 83% de pollos analizados contenían plástico en el interior de sus estómagos que habían ingerido junto a alimento aportado por los ejemplares adultos. Alarmante.
 
Los plásticos, que tardan entre décadas y cientos de años en degradarse, afectan especialmente a las aves que ingieren este residuo porque les provoca perforaciones en sus órganos internos, muerte por inanición y asfixia, y aporte de toxinas al organismo. También los plásticos de mayor tamaño pueden provocar a las aves graves lesiones o, incluso, ahogamientos debido a enredos y enganches de estas especies con los residuos. A menudo trasladan la contaminación a sus polluelos al utilizar plásticos, que confunden con hojas, ramas y otros productos naturales para construir sus nidos. #Stopplásticos.

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