Top Secret, 15 de mayo de 2019

No todo vale

Una frase que se la han oído decir a muchos políticos cuando son objeto de actos que sobrepasan lo permisivo. La Fundación César Manrique hace muy bien en advertir del plagio en obras de su fundador.Siga leyendo...

No todo vale

Una frase que se la han oído decir a muchos políticos cuando son objeto de actos que sobrepasan lo permisivo. La Fundación César Manrique hace muy bien en advertir del plagio en obras de su fundador. Plagiar la obra de un creador, del que sea, no es una broma. Suele ser más bien un delito. Y aquellos que tienen encomendada la labor de preservar el legado del artista están en la obligación de denunciar este tipo de actitudes. La Fundación César Manrique, por tanto, no ha hecho nada extraordinario. Quien sí parece que ha sobrepasado la línea de lo correcto, una vez más, ha sido el Cabildo de Lanzarote. Una institución que, lejos de enorgullecernos como en un pasado reciente, nos avergüenza más cada día que pasa. Esta vez con la impresentable complicidad del Gobierno de Canarias cuyo consejero de Cultura (sí, de Cultura), y lanzaroteño para más inri, Isaac Castellano, posa junto al plagio. O ignorante de él, o provocador con él. En ambos casos es impropio, por ser generosos, de un cargo público relacionado con la gestión cultural. O ignoras que se está plagiando a uno de los mayores creadores de la región de la que eres gobierno, o provocas, desde ese gobierno, pisoteando la propiedad intelectual (que los gestores están obligados a proteger y hacer valer, de paso). Como ven todo un despropósito digno de una de las películas del Charlot en el que, si ahondamos en el plagio, convierten al personaje trazado por César Manrique.

Homenaje

Pero puestos a ejercer de gamberros desde las instituciones, y conscientes de que la han vuelto a meter hasta el fondo, desde el Cabildo han sustituido el cartel objeto de denuncia por el que ven en la fotografía: “Aquí había una ilustración como homenaje a la obra pictórica de César Manrique por el centenario de su nacimiento”. Los organizadores del Centenario del Cabildo tienen una manera muy rara de hacer homenajes: o se traen un catedrático para insultar la obra creada por el homenajeado o le plagian esa obra. Y no, no todo vale. La Fundación deja claro que “la utilización de este plagio para anunciar un festival prestigioso organizado por el Cabildo Insular y con el apoyo del Gobierno de Canarias, no solamente supone una violación del derecho de paternidad de César Manrique, tal y como dispone el artículo 14 de la vigente Ley de Propiedad Intelectual, sino que, además, supone un desdoro para el Festival, para las instituciones públicas que lo patrocinan y para la imagen pública de Lanzarote. Se denigra con ello, no sólo el respeto a los derechos de autor, sino también al arte contemporáneo, e incluso al buen gusto que cabe esperar en la difusión de una actividad cultural como lo es el Festival de cine”.

Soberbia

Se suele decir que la soberbia no es grandeza sino hinchazón; y que lo que está hinchado parece grande pero no siempre significa que esté sano. El ayuntamiento de Arrecife, en Carnaval, quiso homenajear a César Manrique por el centenario de su nacimiento. Para ello se dirigió a la Fundación César Manrique, que es a dónde hay que dirigirse como custodios del legado del artista, para obtener su beneplácito. Y lo obtuvieron. Y bien orgullosos que lo lucieron. Y cómo presumimos, toda la ciudadanía, que así fuera. En el caso del Cabildo de Lanzarote debió obrarse del mismo modo. Y probablemente el resultado hubiese sido el mismo. La Fundación César Manrique ha facilitado la cosas a todo aquel que se ha dirigido a ellos para rendir recuerdo y tributo a su fundador. Como es natural. Así que con el Festival de Cine, (prestigioso, dice la Fundación con buen criterio que compartimos nosotros también),  no cabía esperar que fuera distinto. Ocurre, sin embargo, que no es grandeza si no hinchazón, lo que hay en ese Cabildo. 

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