Opinión

Malos tiempos

El Gobierno de Canarias que preside Ángel Víctor Torres deberá afrontar tiempos difíciles -otra vez- para nuestras islas. A la prolongada situación de incertidumbre política en España hay que añadir los nubarrones que amenazan con tormenta a la economía. La situación de provisionalidad en la que se encuentra el Gobierno de Sánchez frena la llegada a Canarias de recursos del Estado, partidas que nos corresponden de la financiación autonómica y que son fundamentales para el sostenimiento de los servicios públicos esenciales. 
 
El frenazo que supone para la financiación de la sanidad, la educación y los servicios sociales las retenciones presupuestarias por parte del Gobierno de España -en funciones- de los recursos que corresponden a las Comunidades Autónomas empieza a ser asfixiante para los gobiernos autonómicos. El asunto es tan grave que a pesar de los negativos informes de la abogacía del Estado se debe encontrar una solución extraordinaria en las próximas semanas.
 
El cuadro que pinta la economía en Europa no es nada favorable para el turismo
Afortunadamente, en este caso Canarias no está sola y el problema debe tener una solución global. Varias Comunidades Autónomas han pedido una reunión urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera; por su parte, el Vicepresidente y Consejero de Hacienda de Canarias, Román Rodríguez, ha planteado impulsar una ley urgente que autorice al Gobierno estatal a transferir los recursos. Las urgencias no acaban aquí. La situación del Gobierno del Estado -en funciones- también afecta a las Islas en asuntos tan importantes para nuestras cuentas públicas como los cerca de 800 millones de euros ganados en los tribunales al Gobierno de Rajoy -después de una dura batalla jurídica impulsada por el Gobierno de CC y PSOE en el año 2013-. Por si fuera poco, el nuevo Gobierno de Canarias se ve abocado a tomar decisiones exigentes, medidas que ayuden a corregir las desviaciones presupuestarias heredadas del anterior Ejecutivo autonómico -el cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria no es una opción, es una exigencia-.
 
Tampoco se va a encontrar el Gobierno de Ángel Víctor Torres con un escenario favorable para nuestra economía en esta recta final del año. El cuadro que pinta la economía en Europa no es nada favorable para el turismo, motor indiscutible de nuestro modelo económico. El miedo a una recesión económica en Alemania está provocando ya un notable descenso de la llegada de alemanes a las Islas -las malas perspectivas que tiene su economía lleva a los alemanes a ser más conservadores en el gasto y, por lo tanto, a buscar destinos más cercanos o sustituirlos por turismo interior-. En este orden de cosas, el norte de África ha recuperado sosiego y esa pacificación conlleva la recuperación de más de 300.000 turistas que en períodos más convulsos habían optado por buscar la tranquilidad que les ofreció Canarias. Hay más noticias y tampoco son buenas. Los malos momentos por los que atraviesa el sector del transporte aéreo tampoco ayudan al turismo. La caída de varias compañías aéreas, y las dificultades por las que atraviesan otras, supone una reducción muy importante del número de plazas que se ofertan a las Islas.
 
La legislatura autonómica está arrancando cuesta arriba
La sombra de las consecuencias de un Brexit abrupto amenaza también al principal pilar que sostiene nuestra economía. Los británicos, menos conservadores que los alemanes a la hora de planificar gastos como los que comportan las vacaciones, aún siguen viajando con una cierta normalidad. No obstante, empieza a notarse una cierta frialdad en las reservas del mercado de nuestros principales clientes.
 
Por si fuera poco, los elevadísimos precios de los billetes de avión para los no residentes ha desembocado, por la falta de control de dichos precios, en un serio obstáculo a la llegada de turistas peninsulares al Archipiélago. La inacción del Gobierno de España ante los precios abusivos de los billetes aéreos impide las mejoras que cabría esperar de un buen mercado como es el peninsular. Tampoco en ese ámbito las noticias son alentadoras, todo lo contrario.
 
En definitiva, la situación política de España y las perspectivas económicas de nuestro entorno dibujan un complejo escenario que va a dificultar el cumplimiento de los grandes objetivos sociales marcados en la sesión de investidura por el Gobierno que preside Ángel Víctor Torres. Mal momento económico y político para multiplicar esfuerzos presupuestarios de carácter social. La legislatura autonómica está arrancando cuesta arriba. Los frenazos presupuestarios, la caída del turismo y la recesión económica anuncian meses en los que la situación general irá cuesta abajo. Empieza un curso tremendamente exigente para el Ejecutivo canario.

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