PATRIMONIO MUNICIPAL

Hotel Oriental: el largo y tortuoso camino de una licencia por los despachos administrativos

Antiguo Hotel Oriental.

La decisión del Ayuntamiento de Arrecife de conceder licencia a la empresa que quiere actuar en el antiguo Hotel Oriental, en la calle Real, reabre un debate que se inició hace lustros y que incluyó un surrealista episodio de la ex alcaldesa María Isabel Déniz intentando declarar el edificio en ruinas y alarmando sobre su inminente desplome. Eso fue en 2006.

Hotel Oriental: el largo y tortuoso camino de una licencia por los despachos administrativos

Dice la alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, que el gobierno que preside en la capital de la isla "es el único que se ha preocupado del patrimonio arquitectónico en los últimos 20 años”. Lo afirma tras conceder licencia "de rehabilitación" para el antiguo Hotel Oriental de Arrecife, una prueba, según ella, “de una política que defiende el patrimonio" lamentando, a continuación "que no todos los grupos políticos hayan estado a la altura de las circunstancias”. Se refiere a otorgar permiso para que una empresa actúe sobre un edificio definido como “uno de los mejores exponentes de la arquitectura burguesa urbana” por Patrimonio del Cabildo cuyos servicios, igual que los del Gobierno de Canarias, informaron desfavorablemente a las intenciones de la propiedad.

Pero, ¿cuál es la historia reciente de ese expediente que ha desembocado en el otorgamiento de licencia? Según el relato de los hechos, divulgado por el Ayuntamiento de Arrecife, el 4 de octubre de 2017 se pide licencia por parte de la propiedad. Mes y medio más tarde, el 14 de noviembre, es remitido al Cabildo para que Patrimonio informe al respecto. El 26 de noviembre finaliza el plazo para la notificación electrónica y se entiende rechazada. 

La historia del expediente da un salto hasta enero de 2019, cuando Arrecife remite por segunda vez toda la documentación a Patrimonio del Cabildo, que contesta el 27 de marzo de ese mismo año. Una respuesta que el Ayuntamiento considera "extemporánea".

En paralelo, el 5 de febrero de ese mismo año, la empresa demanda al Ayuntamiento de Arrecife al ver vulnerados sus derechos. La Justicia les da la razón en diciembre de 2019 condenando al consistorio capitalino a continuar con la tramitación del expediente relativo a la concesión de la licencia solicitada.

Un año después, en noviembre de 2020, la Oficina Técnica municipal informe favorablemente a las intenciones de la propiedad. El mismo día, el 16 de noviembre, la alcaldesa recibe un informa jurídico municipal también favorable. 

Tras conocer esos informes, tanto Cabildo como Gobierno de Canarias solicitan personarse en el procedimiento de concesión de licencia lo cual motiva que quede sobre la mesa de la Junta de Gobierno de Arrecife un primer intento de conceder la licencia. Estamos a 19 de noviembre de 2029.

Tras estos hechos, el Ayuntamiento de Arrecife notifica al juzgado lo ocurrido y que no puede seguir con el trámite de concesión de licencia a la espera de lo que las dos administraciones superiores dictaminen.

El penúltimo episodio de la historia llega en abril de este año, 2021, cuando una providencia de la Juez consultada señala que "tiene razón la demandante cuando considera que no cabe esperar de forma indefinida a que terceras administraciones emitan informes cuando, conocedoras de la situación, han permanecido pasivas durante casi un año. Consecuentemente debe estimarse su recurso y ordenar al ayuntamiento, a la vista de los informes técnicos y jurídicos existentes, continuar adelante adoptando la resolución que estime procedente en relación a la petición de licencia realizada por la parte".

Pese a todo, Cabildo de Lanzarote y Gobierno de Canarias puede que no hayan dicho, todavía, su última palabra.

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