Top Secret, 22 de mayo de 2020

Embarque

Foto: Archivo

Embarque

¿Se imaginan que en los aeropuertos principales generadores de turismo hacia Canarias hubiese una sala de embarque propia y exclusiva para vuelos al Archipiélago? ¿Sería factible? La idea no es nuestra. Nos la contó este jueves Javier Puga, empresario y hombre fuerte de los grupos fundados por los popularmente conocidos como los Hermanos Domínguez (Dinosol, Hiperdino y HD). Tiene como objetivo empezar a recuperar, cuanto antes, el turismo hacia las islas. Teniendo en cuenta que somos un destino donde la pandemia parece controlada y que, logrado el contagio cero, sólo nos puede llegar por puerto o aeropuerto y que, además, el turismo llega prácticamente todo por vía aérea, Puga propone destinar parte de la inversión en promoción turística en alquilar puertas de embarque y contratar sanitarios en origen. Que ya en destino los tenemos nosotros y, como se ha demostrado en esta crisis, por si hiciera falta, muy buenos.

Alquiler

La idea inicial, a discutir y mejorar como toda idea inicial, consistiría en alquilar salas de embarque en aeropuertos de Alemania, Reino Unido, España, Francia e Italia y alguno que otro en los países nórdicos. La sala de embarque alquilada, el tiempo que se estime, sólo se utilizaría en ese aeropuerto para el embarque de vuelos hacia alguna de las Islas Canarias y el resto del tiempo permanecerían cerradas. A salvo, por tanto, de cualquier riesgo de contaminación. El alquiler de las salas de embarque lo pagaría el Gobierno de Canarias. Y además, a cada una de ellas, se destinarían dos sanitarios para el correspondiente control de temperatura y test rápidos. Los sanitarios bien podrían trasladarse de la propia plantilla del servicio canario de salud, bien contratados al efecto. La idea sería válida, contó el empresario, al menos, para una primerísima fase de reactivación de los vuelos y del turismo.

Idea

La propuesta de Puga, más allá de que sea o no viable, demuestra una cosa: el inconformismo de algunos empresarios ante lo que parecen únicos planes del gobierno. Esto es, ayudar a que no terminen de caer los que están mal. Y puede que las ayudas sean precisas y convenzan a muchos, pero otros prefieren que se empiecen ya a plantear soluciones más o menos imaginativas, a la par que seguras, para que donde hay un cero turístico pueda empezar a haber alguna presencia, por mínima que fuera. Seguro que en muchas mesas tiene que haber más ideas. No parece que sea el caso de las patronales a las que no se les oye plantearlas, pero, de repente, a Turismo del Gobierno de Canarias le interesa escucharlas. O puede que sea la propia consejera, a la que le da enorme pereza conceder entrevistas, que también le dé fatiga escuchar ideas.

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