Top Secret, 13 de mayo de 2020

Diversificar

Diversificar

Lanzarote puso los huevos de la economía metidos todos en el mismo cesto. O, a lo sumo, en dos seretas que son siamesas: turismo y construcción.  Así de fácil ha sido que el pisotón de la pandemia nos los escachara todos. Y una vez que la tortilla ha pringado las moquetas de los despachos oficiales, y durante el poco tiempo libre que nos ha dejado el recuento de contagiados, altas y muertos, hemos reflexionado sobre lo importante que sería hacernos con algunos serones más para ir colocando los huevos que seamos capaces de poner en cuanto dejemos de tener el culo apretado. Diversificar la economía, lo llaman en lenguaje fino. No ser tan dependientes del turismo, por su demostrada fragilidad, ni de la construcción. Esto último por razones obvias de espacio, a no ser que, tras llenar toda la isla, nos dediquemos luego a derribar y construir las mismas diez cosas durante los próximos años. Tenemos clara la intención, pero ni idea de dónde está el camino y de si hay alguien dispuesto a echarnos un cable para empezar a recorrerlo

Sectores

¿Y cómo podemos diversificar la economía? En la página uno del libro de instrucciones viene lo del sector primario. Se trata de un libro que data más o menos de mediados de los ochenta del pasado siglo y que se ha venido reeditando desde entonces. Habla de potenciar el agro lanzaroteño, con su ganadería y todo. Y de la pesca también, claro. Pero resulta que al mismo tiempo que estamos recitando este capítulo, Canal Gestión, la empresa a la que le dimos el negocio del agua, nos dice que de siete días que tiene la semana, en tres manda agua para los enarenados y los otros cuatro a regar jardines municipales. O palmeras de los arcenes de la carretera, según el caso. Luego ya cuando las palmeras han crecido de tanta agua que les hemos echado, las arrancamos y dejamos morir mal trasplantadas por ahí. Y el campo sin arrancar. Igual es que estamos haciendo algo mal, pero no atinamos a saber el qué.

Dubai

Otros sectores que dicen que nos podríamos dedicar a ellos son las nuevas tecnologías y las energías limpias. Alguien dijo una vez que Lanzarote podría ser la Dubai de las energías limpias. El problema es que ya hasta Dubai nos da mil vueltas en ello. El bagaje en los últimos decenios ha sido dejar morir los molinos de Montaña Mina (¿Qué hacen ahí, todavía?) y construir cuatro. El Parque Eólico de Los Valles ha seguido tirando, probablemente porque está un pelín lejos y hace frío para que los políticos se rocen por allá arriba. Naturalmente presumimos de estos (paupérrimos) logros. Y en cuanto a lo de las tecnologías nuestra gran apuesta ha sido sustituir unas letras de lo que fue el Complejo Agroindustrial para convertirlo en Complejo Agrotecnológico. Lo de dentro sigue igual (de mal), pero al menos ya no nos salen sarpullidos al pronunciar su nombre: sólo al pagar cada mes la deuda que dejó quien lo inventó y luego lo saqueó. En fin, que si. Que lo de diversificar suena muy bien. A ver cómo hacemos.

Comentarios